Francia, es el primer país en prohibir casi todos sus vuelos interiores por el cambio climático
Francia prohíbe sus vuelos interiores. La Asamblea Nacional de Francia ha aprobado la supresión de los vuelos internos de las rutas que puedan cubrirse en tren en un periodo inferior a las dos horas y media. De esa forma, el Gobierno galo quiere reducir las emisiones de carbono incluso cuando el sector de la aviación no pasa por su mejor momento debido al covid.
La medida, pionera en Europa, solo está pendiente de ratificación en el Senado y puede marcar el camino para la descarbonización de las aerolíneas en otros países. La ley entrará en vigor el próximo año.
De aprobarse definitivamente la decisión tomada el pasado sábado, 10 de abril, los vuelos internos en el país galo prácticamente desaparecerían en el territorio continental francés, quedando excluida Córcega, además de los territorios franceses de ultramar y alguna otra excepción.
Esta decisión forma parte de un proyecto de ley aún más ambicioso sobre el clima que busca reducir las emisiones de gases contaminantes en un 40% para el 2030 con respecto a los niveles de 1990.
Este 49% es un recorte mucho más ambicioso que el que se acaba de aprobar en España, que se limita a un 23% y, además, no prevé ninguna limitación de vuelos.
A pesar de la novedad que supone en Europa la decisión francesa, no parece ser suficiente para los activistas del clima, que critican al presidente Emmanuel Macron por reducir los objetivos inicialmente previstos en el proyecto.
La votación de los legisladores se ha producido pocos días después de que Estado dijese que contribuiría a una recapitalización de 4.000 millones de euros de Air France.
Con este aumento en la inversión de la compañía aérea, el Gobierno francés duplica su participación en la aerolínea insignia para reforzar sus finanzas tras más de un año de recortes de viajes por culpa del coronavirus.
Rechazo de los trabajadores del sector
Los trabajadores de la aviación han manifestado su oposición a esta medida, alegando que el momento de recuperación de la pandemia no es el apropiado para cancelar vuelos nacionales.
Un informe de la consultora McKinsey prevé que el tráfico aéreo no volverá a los niveles previos a la crisis antes de 2024.
La ministra de Industria, Agnes Pannier-Runacher, ha asegurado que no hay ningún tipo de contradicción entre el rescate hecho a Air France y la lucha contra el cambio climático.
«Sabemos que la aviación es un factor que contribuye al aumento del dióxido de carbono y que, con vistas al cambio climático, debemos reducir sus emisiones», ha declarado Pannier-Runacher a la radio Europe 1.
«Igualmente, debemos apoyar a nuestras compañías y no dejar que se queden en el camino», ha ratificado la ministra.
En cambio, entidades conservacionistas y activistas contra el cambio climático opinan que el proyecto no profundiza en los problemas tanto como se necesita, pues no llega lo suficientemente lejos.
Un foro ciudadano sobre el clima creado por Macron para ayudar a la configuración de las políticas climáticas había pedido que se eliminaran todos los vuelos en las distancias en las que el viaje en tren fuera inferior a cuatro horas, pero finalmente los diputados han optado por una medida de menor alcance.
La decisión de la Asamblea Nacional se produce medio año después de que un informe de la Agencia Europea de Seguridad Aérea desvelara que el impacto climático de la aviación es tres veces superior a lo que se contabilizaba oficialmente.
La contribución anual de las aerolíneas a la emergencia climática ascendería a un 5,9% del total de gases de efecto invernadero, y no al 2%, como defendía la industria.