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El turismo rural ante el poscovid: los peligros reales en España

A finales de Mayo cuando me preguntaban sobre las perspectivas que tenía el turismo rural (Turismo en las zonas rurales) en el pos-covid, a pesar de la euforia del sector por lo que muchos medios genéricos estaban pronosticando, me atreví a afirmar que los más beneficiados serian aquellos alojamientos independientes (Que no comparten ningún espacio entre huéspedes) con piscinas privadas o como mínimo de uso exclusivo de huéspedes, en caso de ser de uso para varios alojamientos Y también otros que, por su cercanía a grandes ciudades, como Madrid, Barcelona,…estarían teniendo una alta ocupación.

Y acorde a mi información estos están desbordados, con reservas hasta septiembre. El resto de alojamientos en España no han tenido la misma demanda, salvo algunos alojamientos independientes sin piscina, pero en entornos con microclimas mucho más fríos o no lejos de playas.

Por otra parte, como aspecto negativo o como potencial peligro de esta bonanza puntual, es que está confundiendo a un sector muy necesitado de rentabilidad económica, especialmente para aquellos que tienen el turismo como actividad principal de negocios rurales, al confiarse de esta situación totalmente coyuntural y pensar que sea una tendencia de mercado.

En un reciente webinar, algunos colegas pensaban que es la oportunidad de que lo rural, capte parte de la demanda del turismo de sol y playa y urbano, pensando que una vez que conozcan las ventajas, más comparativas que competitivas, se transformen en clientela cautiva. Para mí es un error si se diese esta situación y puede que sea cierto que haya un mínimo porcentaje que se incline hacia esa oferta, pero el peligro real es que las motivaciones y expectativas de esos segmentos son muy diferentes a lo que ofrece la ruralidad, naturaleza y cultura local.

¿Que podría ocurrir? Pues que la evolución de la oferta en función de la demanda, nos enseña que ésta se adaptará a los nuevos consumidores y por tanto la tendencia de las facilidades turísticas irán transformándose para así poder satisfacer a la nueva demanda.

Cabe señalar que ya hay una demanda importante a nivel cuantitativa que lo que busca en el “campo”, en los alojamientos rurales, poco tiene que ver con los atributos de ese entorno y acorde a las preguntas que suelen hacer en las reservas, lo más demandado suele ser internet de alta velocidad (no para teletrabajo), jacuzzi, piscina (climatizada fuera de verano), netflix, etc. Como verán todo aquello para disfrutar de un entorno idílico rural y natural.

… La ventaja competitiva del entorno rural y natural se transformará en ventaja comparativa, perdiendo su competitividad.

Así, si la oferta quiere responder a la demanda, cada vez ira evolucionando en esa dirección y el resultado será evidente. La ventaja competitiva del entorno rural y natural se transformará en ventaja comparativa, perdiendo su competitividad.

Pensar que una situación anómala como la pandemia del covid va a resolver la rentabilidad turística de las zonas rurales me parece además de un error un peligro real, ya que en el fondo se vuelve a maquillar el grave problema “estructural” de este sector que tiene un peso importante en la economía rural (no agraria, porque el agroturismo esta casi relegado al olvido).

¿Se puede prever los riesgos del turismo rural? Sin duda mi respuesta es afirmativa y debería hacerse y lo he dicho en numerosas ocasiones. Lo primero es que, en turismo rural, verde, azul, naranja, o cualquier otro color, ante todo el paradigma es el del turismo y sus reglas de juego. Algo tan evidente que siempre se olvida y apenas se aplica.

El turismo, es un negocio, una actividad productiva, a veces puede ser empresas sociales, y no debería pedírsele que frene la migración, que ayude con la despoblación rural, que proteja el medio natural y cultural, que genere empleo estable, no precario, que desarrolle economía verde y un largo etcétera que parece la carta a los Reyes Magos.

Cuanto más se pida, más fácil será la frustración por no conseguirlo. El nacimiento y evolución del turismo de sol y playa y el del turismo rural no tiene nada que ver y mientras que el primero surgió como respuesta a una demanda, el segundo se implantó como salvavidas de una economía rural cada más en precario y una migración tan fuerte que los núcleos rurales se despoblaban.

… la carta a los Reyes Magos: Cuanto más se pida, más fácil será la frustración por no conseguirlo.

Pero aun sabiendo que resolver esta situación estructural es imposible solo con el turismo, ya que es un instrumento más, lo cierto y la esperanza es que estoy observando una nueva generación de regidores locales jóvenes con mentes que combinan la innovación y digitalización con su ruralidad y provocara, espero, una futura y más fácil gobernanza turística local.

Es sin duda la oportunidad que algunos de esos riesgos reales del turismo, camuflados por la pandemia, puedan tener solución

 

Arturo Crosby

Editor Natour magazine

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