Cuando la gastronomía en todas sus facetas, que son muchas, es la motivación principal para viajar y definir así un segmento de demanda, podemos hablar de turismo gastronómico.
Sería importante aclarar, que algunos datos que circulan sobre demanda particularmente en España, en mi opinión no se ajustan a la realidad, salvo que la gastronomía se considera una de las motivaciones principales, pero no la principal.
Quizás se podría afirmar que actualmente y en el futuro próximo será muy difícil encontrar estos hipersegmentos tan definidos, que los hay pero su volumen es bastante pequeño, en términos relativos, y sus expectativas muy altas, a las que ha de responderse.
Precisamente en el 2019, comencé a desarrollar el diseño de productos de turismo gastronómico-enoturismo, bajo el mismo paraguas conceptual, que trataba de englobar estos recursos en un territorio a descubrir, lo que sin duda quiere decir “ecología humana” en la que se relaciona el hombre (Y mujer, por si acaso?) con su entorno próximo y por tanto en este caso la gastronomía y los vinos con la historia, cultura, formas de vida y obvio su ecosistema, que define los recursos básicos de los alimentos y bebidas e incluso su forma de elaborarlos, adaptándose al ambiente y seguro dando respuesta a las necesidades antrópicas para adaptarse al medio en el que vivían.
La gastronomía en sus manifestaciones no es para nada casualidad, sino una causalidad, es decir responde al causa-efecto, donde interviene además del ecosistema, el clima, los suelos, etc que definirán que tipo de platos son los más adecuados. Por supuesto sin olvidarnos de la conservación de los alimentos y recursos, entre otros factores clave.
…. un plato es una obra increíble, donde se combina historia, talento, con creatividad y refleja paisajes, naturaleza y cultura
Pues descubrir esa cadena de valor, relacionándola con su medio natural es la experiencia que se le puede ofrecer a los clientes, turistas o viajeros. Desde el recurso ecológico, natural o seminatural (recursos agrícolas, ganaderos, etc), el procesamiento o transformación y la presentación -comunicación para crear la experiencia integral a entregar al consumidor o turista.
Lo que uno ve en un plato es una obra increíble, donde se combina historia, talento, con creatividad e innovación y refleja paisajes, naturaleza y cultura local. Y con el story-telling adecuado es una especie de obra teatral que se puede desarrollar en diferentes escenarios, donde los turistas son espectadores activos que se convierten en actores.
Importante es tener en cuenta la diferencia entre gastronomía y turismo gastronómico y entre éste ultimo y el turismo gastronómico sostenible, definido por mi buen amigo Antonio Montecinos, un increíble gastrónomo mexicano, con quien coincidí y debatí en la reciente feria internacional de turismo
Xantar, en Ourense, donde afirman que es la única feria de turismo gastronómico (21 Edición) de la Península Ibérica.
…tener en cuenta la diferencia entre gastronomía y turismo gastronómico y turismo gastronómico sostenible
Por cierto, estoy convencido que este turismo como esta actividad económica en general, debería ser por ley sostenible y por mercado, verde para responder a las expectativas verdes cada vez más en auge.
Fue allí donde se hablaba del turismo eno-gastronómico ya que en muchos países son inseparables al compartir espacio, cultura y recursos y además la relevancia que debería tener para las zonas rurales, mas aun las despobladas que con la enogastronomia, añadiendo creatividad e innovación, se podría re-inventar el turismo rural por un turismo que pueda generar desarrollo rural, aprovechando estos recursos.
Ya sé que hoy todos hablamos del corona-virus, pero el turismo y el medio rural necesita con urgencia que se retomen sus necesidades y que también se contagie su relevancia para la sociedad.
Un cordial saludo,
Arturo Crosby
Editor Natour
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