Con motivo de la celebración de la Cumbre sobre Innovación Tecnológica y Economía Circular del 6 de Julio en Madrid, organizada por Advanced Leadership Foundation, me pude reunir con su presidente Juan Verde, un canarion afincado en los Estados Unidos desde jovencito, con mucha experiencia en marketing político, ya que trabajo entre otras, con las campañas presidenciales de Bill Clinton y de Barack Obama, lo que ya dice mucho de su capacidad.
Es evidente que nuestro Planeta está en continua evolución y por tanto en un cambio global, que está afectando a todo y todos y en concreto el clima que a su vez y debido a la rapidez de estas alteraciones, comienza ya a provocar no solo una percepción negativa de amenaza sino que ya se están produciendo importantes pérdidas económicas.
El mundo es global, y por tanto funciona como el caos, de tal forma que cualquier acción natural o no, que se produzca en el punto más remoto del planeta, puede afectar al extremo más lejano de este.
En parte si aplicamos esta teoría del caos, pero a nivel social, como me cuenta Juan Verde, que también copia el éxito de la campaña que hizo Al Gore sobre el cambio climático años atrás, quien formó un numero de “embajadores” para que difundiesen la relevancia del cambio climático, en distintos sectores de la sociedad de un país, logrando que en poco tiempo la ciudadanía comenzase a concienciarse y por tanto exigir a sus representantes públicos y empresas, que se sumen a dicha demanda.
Algo elemental, cuando la demanda pide algo, la oferta responde sin duda alguna, básico en un lenguaje USA, donde Juan Verde está radicado. Pues algo similar es lo que su fundación ALF, está promoviendo ahora en España, capacitar durante 12 meses a 300 lideres, cuya función principal será concienciar a través de al menos 10 conferencias, presentaciones, etc. creando una especie de lobby social durante un año.
La Innovación tecnológica es una de las mejores herramientas catalizadoras de la economía circular o verde. Es sin duda un instrumento para mejorar la competitividad y como ejemplo el gran avance de las energías renovables, tal que actualmente ya prácticamente se equipara el coste del kilovatio de una fotovoltaica con la de energías fósiles, algo que hace años se veía más que dudoso.
Todo va ligado, de la mano, la económica circular con el desarrollo sostenible y este es impensable si no se es competitivo. Por si hubiese dudas: ¿Quién se esfuerza por montar una empresa para que dure un par de años? No es más rentable pensar que dure toda una vida? Es decir ser sostenible. Pero para lograrlo es necesario ser competitivo. Como el Sr. Verde me comentaba, una de las frases de Obama es que “los empresarios deberían de querer ganar mucho dinero, durante mucho tiempo”. Esto es ser competitivo y sostenible, si se hace bien, claro. Porque si no, obvio el modelo deja de funcionar.
Y permítanme recordar el dato de la O.I.T. que ha hecho una estimación de creación de unos 24 millones de empleos en el horizonte del 2030, si se aplican políticas de fomento de una economía más verde.
Todo indica que estamos en este proceso obligatorio de cambio, porque como afirmaba Darwin, la supervivencia y el éxito radican en la adaptación al cambio.
Y en turismo tenemos mucho que decir y más que hacer.
Un cordial saludo,
Editor Natour
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