Cómo la COVID nos ha cambiado la forma de viajar: ocho nuevos hábitos
Los dos últimos años de pandemia han cambiado para siempre nuestros hábitos, también a la hora de viajar, como han constatado desde el programa de fidelización de Marriott International, Marriott Bonvoy. El viaje se ha convertido en una forma de bienestar, pero también de regeneración personal; nos permitimos darnos caprichos durante nuestra estancia y ser más espontáneos a la hora de reservar; aumentan los viajes con amigos tras meses de confinamiento en familia, pero también ampliamos el núcleo familiar con el que viajamos; mientras que los desplazamientos por trabajo y por placer se confunden y añaden paradas para aprovechar al máximo el tiempo en una región, reduciendo consecuentemente la huella de carbono.
Viajar como forma de bienestar
Tras las restricciones impuestas por la expansión del coronavirus, los consumidores somos más conscientes del beneficio de los viajes para nuestra salud mental y ahora queremos asegurarnos de disfrutar al máximo de cualquier oportunidad. La posibilidad de viajar se ha convertido en sí misma en una forma de bienestar, que ayuda al bienestar mental y emocional de las personas después de un tiempo de desconexión, confusión e incertidumbre. El impacto positivo de los viajes en la salud y el bienestar ha sido ampliamente reconocido, y hasta el simple hecho de reservar unas vacaciones ya tiene un impacto positivo en nuestro estado de ánimo. La oportunidad de escapar de nuestra vida cotidiana y visitar otra cultura, probar diferentes comidas y escuchar otros idiomas a nuestro alrededor nos trae una gran alegría y la opción de expandir nuestros horizontes una vez más.
2.- Viajes de regeneración personal
Algunos de los huéspedes de Marriott buscan experiencias más reflexivas e inmersivas que les permitan disfrutar de explorar un destino mientras inician un viaje de regeneración personal; lo que para algunos ha implicado hacer menos viajes, pero más largos, y más sostenibles, con un enfoque en aquellos que ofrecen experiencias únicas con la oportunidad de reconectar con la familia, los amigos y con ellos mismos. En suma, hacer viajes con mucho más sentido. Los clientes se están enfocando así más en el lugar al que viajan y en el porqué de ese viaje, buscando fomentar una conexión más significativa con el destino y con las personas que conocen en él.
3.- Darse un capricho en forma de viaje
Tan pronto como los viajes comenzaron a regresar cuando se levantaron las restricciones, los consumidores se autorregalaban una suite, un upgrade en la categoría de su habitación o un tratamiento de spa como diciendo… ¿por qué no? Es algo que continuará. La reserva de viajes se ha convertido en una decisión mucho más importante, con más elementos a considerar y más papeleo, códigos QR y más detalles que tener en cuenta. Por lo tanto, los consumidores buscan sacar de ello el máximo valor, tanto en términos monetarios como en cuanto a su experiencia personal. Por lo tanto, esos upgrades, esas estancias prolongadas, ese contratar experiencias adicionales a la estancia en destino se están volviendo cada vez más populares, mientras que antes esos caprichos se reservaban sólo para una celebración o una ocasión especial.
4.- Viajes espontáneos
Estos dos últimos años nos han enseñado a todos que la vida nos puede cambiar inesperadamente al instante, y que nuestra libertad y capacidad para viajar, que todos damos por sentado, puede restringirse de maneras que nunca imaginamos posibles. Esto ha llevado a que vacaciones que antes de la pandemia normalmente se habrían reservado con meses de antelación, se formalicen unas pocas semanas o incluso unos días antes de la salida. Los hoteles de Marriott han experimentado un aumento significativo en los planes de viaje espontáneos de última hora, por lo que han tenido que adaptarse a esta nueva tendencia de patrones de reserva y estancias last minute. Las restricciones de viaje por el coronavirus también han llevado a los consumidores a estar más abiertos a viajar en el último minuto a cualquier destino disponible, con sólo algunos requisitos como un clima cálido, etc.
5.- Viajes con amigos
A medida que vuelven los viajes, los jóvenes anhelan escapar del encierro con sus familias y quieren divertirse con gente de su propia generación. Este deseo se traduce en un aumento de los grupos de amigos, ya sean solteros o grupos de parejas, que buscan estancias en sus hoteles durante un fin de semana largo, principalmente milenials y Generación Z, en sus marcas más jóvenes, como Moxy, Aloft y Tribute. Todos ellos tienen en común un ambiente divertido e informal en el lobby, un precio más asequible y una ubicación ideal en las áreas más vibrantes de las ciudades. Esta tendencia de viajes con amigos también ha incrementado las reservas en su marca de alquiler vacacional Homes & Villas by Marriott International, en ubicaciones que ofrecen actividades como esquí, senderismo o surf.
El Hotel Riomar, a Tribute Portfolio Hotel en Ibiza, atrae a los viajeros que buscan disfrutar de las vacaciones con amigos, ya sean solteros o en pareja.
6.- Viajes con toda la familia
Pero a la vez que los jóvenes prefieren viajar con amigos para “descansar” de tanto tiempo en familia, también se percibe una tendencia creciente de los viajes al extranjero con todo el núcleo familiar para compensar el tiempo que pasaron separados. Las cifras muestran que el 62% de los españoles está planeando irse así de vacaciones, muchos por primera vez después de la pandemia; este invierno preferiblemente con hermanos (33%), padres (29%) y primos (12%). Además del tiempo de calidad en familia, casi la mitad de los encuestados (46%) afirma que disfrutó al pasar tiempo con sus familiares en un entorno diferente, aunque el 10% asegura que fue estupendo contar con su ayuda para cuidar de los más pequeños, casi el mismo porcentaje de los que valoran como una gran ventaja que alguien pagase todas las vacaciones.
En cuanto al tipo de alojamiento más demandado por los españoles para viajar este invierno en familia, destacan como la opción más elegida las habitaciones contiguas, las suites o las habitaciones familiares en los hoteles (37%); por delante de los complejos turísticos con restaurantes y oferta de entretenimiento (35%) y las villas o casas de alquiler (33%)
7.- Bleisure
Con el auge del teletrabajo las personas tienen más control sobre sus horarios y pueden elegir viajar durante la semana por placer o los fines de semana por trabajo. Desde Marriott reconocen en este sentido que “hay muchos informes sobre si los viajes de negocios se recuperarán alguna vez y sólo el tiempo lo dirá, pero lo que estamos viendo es que cuando nuestros huéspedes están en nuestros hoteles es cada vez más difícil saber si es por negocios, por placer o por ambos. En última instancia eso es bueno, ya que muestra una combinación de propósito del viaje y estancias más largas”.
8.- Viajes de negocios con escalas
En Marriott han observado asimismo desde el verano “un crecimiento constante de los viajes de negocios y en grupo que regresan a nuestros hoteles en España”, sobre todo de pymes, que “se han apresurado a volver a sus actividades comerciales”. Además, aunque los viajes de negocios se hayan reducido en número, los que se realizan han crecido en duración de la estancia al ampliar los destinos visitados por región en un mismo desplazamiento. Esta tendencia, según inciden desde la cadena, “hace que se aproveche al máximo la estancia en una región, optimizando el tiempo y el presupuesto del viaje, minimizando además la huella de carbono”.