El iniciode la recuperación turística, cada vez es más lejano
El grupo de expertos de la Organización Mundial del Turismo (OMT) actualiza sus previsiones y se muestra más pesimista en relación a la posible reactivación del turismo internacional. La gran mayoría de los miembros de este comité espera que la recuperación sea una realidad en 2021, especialmente en el tercer trimestre (coincidiendo con la temporada estival en el hemisferio norte).
No obstante, en torno al 20% de los expertos sugieren que el repunte no llegará hasta 2022. Las restricciones de viaje se consideran la principal barrera para la recuperación del turismo mundial, junto con la lentitud con que se está conteniendo el virus y la baja confianza de los consumidores. La falta de una respuesta coordinada entre los países para garantizar protocolos armonizados, así como el deterioro del entorno económico, han sido otros aspectos señalados como importantes obstáculos para la recuperación.
Según los datos recogidos por la OMT, en los ocho primeros meses de 2020 se ha producido un desplome del 70% de los movimientos turísticos internacionales, lo que representa 700 millones menos de viajes. Las pérdidas económicas rondan los 730.000 millones de dólares, multiplicando por ocho la experimentada en 2009 durante la crisis económica y financiera mundial
Consecuencias sociales y económicas “dramáticas”
“Este declive sin precedentes está teniendo consecuencias sociales y económicas dramáticas, y pone en riesgo a millones de puestos de trabajo y empresas”, advierte el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, quien incide en la importancia de “reanudar con seguridad la actividad turística, en el momento oportuno y de manera coordinada”.
Después de la reapertura gradual de las fronteras internacionales, Europa registró declives comparativamente menores en julio y agosto (-72% y -69%, respectivamente). La recuperación, sin embargo, duró poco, ya que pronto volvieron las recomendaciones y las restricciones de viaje, en medio del aumento de los contagios. En el otro extremo del espectro, la región de Asia-Pacífico registró las mayores caídas, con un 96% en ambos meses, como reflejo del cierre de las fronteras de China y otros importantes destinos de la región.
La demanda de viajes sigue en gran medida reprimida por la constante incertidumbre sobre la pandemia y la falta de confianza. Según las últimas tendencias, la OMT prevé una caída global cercana al 70% para el global de 2020.