Los árboles más antiguos de África podrían desaparecer en menos de una década
La disminución de baobabs en Australia, Arabia, India y varias zonas de África motivaron a un equipo de investigadores a calcular la edad de estos milenarios ejemplares. ¿El resultado? Una pequeña cantidad de árboles afectados por la sequía de la región y su propia arquitectura.
Los baobabs son árboles milenarios que pueden alcanzar grandes alturas y circunferencias de hasta más de 30 metros. La utilidad que se le da a sus futos, tronco y cortezas en Australia, Arabia, India y varias zonas de África le han merecido el nombre de “árbol de la vida”. Una especie que tiene en vilo a expertos después de que se conociera, gracias a un esudio internacional, que estas singulares plantas, las más legendarias del sur de África están muriendo y nadie parece estar seguro del porqué.
El problema ya venía masticándose desde hace 13 años, cuando los autores del estudio empezaron a calcular la edad exacta de estos árboles. En esa tarea se dieron cuenta que, de 2005 a 2018 (tiempo en el que registraron a cada ejemplar), habían muerto total o parcialmente nueve de los 13 baobads más antiguos de África según ellos. De hecho, uno de estos tenía una edad estimada en 2.5000 años, convirtiéndolo en el más antiguo del continente.
Sin embargo, las pistas aún no convencen a los expertos y la causa de estas rápidas muertes resulta todavía un misterio. Porque, de acuerdo con el líder de la investigación Adrian Patrut, de la Universidad Babes-Bolyai de Cluj (Rumanía), los baobabs no pudieron haber muerto por una epidemia y mucho menos por estar aislados. Su teoría, por el contrario, está fundamentada en el cambio climático.
“Las regiones donde se registró la mortalidad de los baobabs milenarios están entre las de África que más rápidamente han vivido un aumento de las temperaturas. Los datos sugieren que los árboles estuvieron afectados por cambios significativos de las condiciones climáticas”, sostuvo Patrut en entrevista con El País.
El asunto pareciera ser que, al ser tan grandes, estas especies necesitan más agua para sobrevivir. Un recurso escaso durante las épocas de sequía en que, para los más antiguos y debilitados por la edad, terminan por morir. “Es muy probable que una combinación de un aumento histórico de las temperaturas y una fuerte sequía fueron cruciales para provocar el colapso de los baobabs más antiguos y de los más grandes”, concluyó el autor del estudio recientemente publicado en la revista Nature Plants.
Además de esta conclusión, los autores han podido indagar sobre la real estructura de los baobabs, una arquitectura basada en un único tronco al que, con los años, se le suman otros más pequeños. Ese fue la respuesta que encontraron los investigadores tras notar que con el tiempo estas especies se funden, creando una estructura circular o elíptica. Uno de los ejemplos más claros fue el baobab más antiguo en vida actualmente es, de acuerdo a sus estimaciones, el Humani Bedford, que se encuentra en Zimbabue y tendría 1.800 años de edad.
No obstante, los estudios han dejado un sinsabor en otros expertos como David Baum, de la Universidad de Wisconsin (Estados Unidos), quien aseguró que “las interpretaciones no son correcta y los métodos utilizados en esta ocasión no permiten calcular la edad de forma exacta de un baobabs. En su defensa los autores, liderados por Patrut sostienen que aún faltan asuntos por indagar en esta investigación para culpar definitivamente al cambio climático sobre estas muertes.