El puente colgante peatonal más largo del mundo acaba de inaugurarse en Portugal. El 516 de Arouca, llamado así porque tiene 516 metros de longitud y por encontrarse en la localidad de Arouca, a una hora al sur de Oporto, conecta la cascada de Aguieiras y la garganta de Paiva, y es la última oferta de aventura del Geoparque de Arouca, conocido por sus deportes extremos.
Se tarda unos 10 minutos en cruzar si se contemplan las vistas panorámicas de la cascada, la garganta y el caudaloso río que se ve a través de la rejilla abierta bajo los pies. Se trata de un puente colgante de estilo tibetano, sostenido por cables de acero y dos enormes torres en forma de V, y tiene 3.000 metros, si eso lo hace más manejable.
El río Paiva fluye 176 metros por debajo de la rejilla metálica abierta de un metro de ancho del camino. Las barandillas son redes rígidas, mientras que la cubierta está construida con 127 módulos de cuatro metros de largo.
Diseñado por el estudio portugués Itecons, ha tardado tres años en construirse, y la obra finalizará en julio de 2020. Se encuentra en la parte oriental del Geoparque, cerca de las pasarelas de Paiva, las playas de los ríos Areinho y Vau, y los pueblos de Alvarenga, Canelas y Espiunca.
Arouca 516 le ha robado el título de puente colgante peatonal más largo al puente colgante Charles Kuonen, en Suiza, que alcanza los 3.000 metros y se inauguró en 2017. Ese puente cuenta con vistas al Cervino, al Weisshorn y a los Alpes berneses.
