Después de 130 años, encuentran por primera vez un ejemplar de la “lagartija unicornio”
El biólogo de vida silvestre Chairunas Adha Putra descubrió, en 2018, un lagarto muerto de una especie desconocida cerca al lago Toba. Con el propósito de corroborar su hallazgo viajó de regreso y, cinco días después, logró fotografiar un espécimen con vida.
Después de 130 años y de señalar que la lagartija de Modigliani, conocida también como lagartija unicornio, estaba extinta, un grupo de científicos de Indonesia encontró un ejemplar de esta especie. Según explica un artículo de la revista científica ‘Science News’, en 1891 el explorador italiano Elio Moedigliani fue la última persona en obtener un registro de esta especie, reconocible por el cuerno que sobresale de la nariz.
El científico italiano encontró un cadáver de esta especie en uno de los bosques de Indonesia y lo llevó al Museo Cívico de Historia Natural Giacomo Doria, de Génova (Italia). Desde esa época, no se había obtenido ninguna otra descripción oficial de este reptil o de alguno con características similares, hasta 2018.
En julio de ese año, el biólogo de vida silvestre Chairunas Adha Putra, en uno de sus viajes descubrió cerca al lago Toba el cadáver de una lagarto desconocido. Para comprobar de qué especie de reptiles era el lagarto que encontró, Putra contactó al herpetólogo Thasun Amarasinghe, quien dedujo que podría tratarse de la lagartija de Modigliani. Para el experto, está era la única especie de lagarto con cuernos nasales que se encuentra en el norte de Sumatra (Indonesia).
Con el propósito de corroborar su hallazgo, Putra viajó de nuevo a Sumatra y descubrir si a la orilla del río Toba podía encontrar más ejemplares. Cinco días después de su travesía, logró fotografiar un espécimen con vida.
Putra midió la longitud de la cabeza y la nariz del ejemplar que halló. Con los datos obtenidos, junto a un grupo de científicos de Indonesia realizó una comparación con las características de la lagartija unicornio que estaban descritas desde 1933. Tras un mes de análisis, la investigación publicada en la revista de biodiversidad ‘Taprobanica’ concluyó que ambos ejemplares sí pertenecían a esa especie.
Esta especie, con el verde y amarillo como sus colores naturales, suele vivir en los árboles y tienen un comportamiento de camuflaje muy parecido al que utilizan los camaleones de las montañas africanas. Putra y el equipo de trabajo resaltan que el descubrimiento de estos nuevos ejemplares tras varios años da una señal para empezar a conservar y preservar esta especie.