Cuando la crisis climática produce climas extremos: polarización climática en Estados Unidos
El tiempo en Estados Unidos llegará a un punto extremo este sábado, tanto de temperaturas gélidas como de calor.
El Servicio Meteorológico Nacional de ese país (NWS, por sus siglas en inglés) prevé temperaturas extremadamente bajas, producto de la llegada de un vórtice polar, lo cual es muy inusual en mayo.
Al mismo tiempo, una ola de calor está golpeando al suroeste de Estados Unidos, lo que generará una diferencia de casi 100° Fahrenheit, o 37° Celsius, entre el pronóstico más alto y más bajo del país.
Parece una “alucinación”, dijo el NWS al compartir un gráfico del pronóstico de temperaturas. Pero no lo es.
“Para aquellos en el este… no, no están alucinando… estas son las temperaturas más altas previstas para el sábado 9 de mayo. ¡Si, mayo! Una diferencia de cerca de 100°F en EE.UU.“, indicó el organismo en Twitter.
Si alguien toma un vuelo de costa a costa en EE.UU. pasará del invierno al verano (o viceversa) en un viaje de unas cuantas horas.
El viento polar también generará rachas de aire gélido de hasta 40 km/h en la ciudad de Boston, lo que hará que sus 2 °C pronosticados para el fin de semana se sientan aún peor.
El NWS explica que la tormenta es el resultado de una masa de aire inusualmente fría procedente del este de Canadá que se desplaza hacia el sur, en la costa este de EE.UU. y partes del centro y sur del país.
Los meteorólogos dicen que este tipo de fenómenos en mayo son muy inusuales.
El vórtice polar
A medida que avanza la primavera en el hemisferio norte, el sol de la temporada hace que el viento, que normalmente viaja de norte a sur en Norteamérica, sea menos frío.
Pero un cambio en las corrientes de chorro polar puede hacer que el aire frío descienda hacia el sur y genere temperaturas extremadamente bajas para la temporada de primavera.
Cuando esa masa de aire frío ártica llega a zonas más templadas, se le conoce como la llegada del vórtice polar.
El término apareció por primera vez en 1853 en la revista estadounidense Living Age, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA, por sus siglas en ingles).
El nombre se refiere a masas de aire frío y de bajas presiones que se ubican en la tropósfera (capa de la atmósfera hasta los 12 km de altura) y la estratósfera (entre 12 y 50 km de altura), y que giran a diferentes velocidades en sentido contrario a las agujas del reloj sobre el Polo Norte y el Polo Sur.
Gracias a ellas, el aire frío y denso se mantiene sobre los polos.
Los vórtices se hacen más fuertes y amplios en los inviernos y se debilitan durante los veranos.
Múltiples factores climáticos hacen que ese aire frío “encerrado” por el vórtice polar se libere repentinamente y descienda hasta las capas inferiores de la atmósfera, desencadenando los estragos que padecen ahora los habitantes de América del Norte.
Uno de estos factores es la intrusión de masas de aire más cálidas que pueden desestabilizar el vórtice y enviar aire ártico hacia el sur, explica la NASA.
Sin embargo, es muy inusual que se dé este fenómeno ya muy entrada la primavera, como ocurre este mes en Norteamérica.