La librería de Portugal que se salvó gracias a Harry Potter

El lugar que inspiró a J.K Rowling para escribir la historia del joven mago estaba a punto de quebrar y logró sobrevivir al hacer pagar la entrada a los turistas, entre ellos muchos fanáticos del personaje.
Para evitar la quiebra, la dirección de la librería tuvo la idea de aumentar las actividades culturales y hacer pagar la entrada a los visitantes, que ahora es de 5 euros.
El precio del derecho de entrada es como un «bono deducible cuando se compra un libro», dijo a la AFP una de las responsables de prensa de la librería.
Este sistema instalado hace cuatro años «facilitó regular el flujo de los turistas» y «transformar al visitante en lector», se congratuló Aurora Pedro Pinto, presidenta del consejo de administración.
Este modelo es un éxito porque llevó a la librería a superar de nuevo la cifra de un millón de visitantes en 2018, pasar de 9 empleados en 2015 a 60 a comienzos de 2019, y vender en promedio 1.200 libros por día, según cifras comunicadas por Lello.
Esta librería de fachada blanca neogótica con su famosa marca «Lello & Irmao» (Lello & hermano), considerada como el «templo de la literatura» con un fondo de más de 60.000 libros, ha visto pasar por ahí a los más grandes escritores portugueses.
Sus muros, puertas, ventanas y columnas esculpidas de madera, su inmensa claraboya colorida en el techo, sus estanterías de varios metros de alto y en especial su escalera en forma de ocho cubierta de laca roja, le otorgaron a la librería –que conmemora su 113º aniversario–, la posibilidad de ser distinguida varias veces como una de las más bellas del mundo.