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Del FOMO al JOMO: la tendencia anti-tecnológica que llega al turismo

Informes presentados en la feria turística de Londres apuntan a un segmento creciente de consumidores que rehúsan el móvil en sus vacaciones

  • Los consumidores tienen un “dilema digital”: reconocen las ventajas de la tecnología pero también sus riesgos
  • Un segmento cada vez mayor de viajeros desea una “experiencia analógica” para desconectar del todo
  • No se trata de prohibir dispositivos, sino de orientar el marketing a experiencias más relajantes

Un segmento cada vez mayor de consumidores rechaza usar el smartphone en sus vacaciones y desea una “experiencia analógica” para desconectar del mundo digital. Dos informes diferentes presentados en la feria World Travel Market apuntan hacia esta tendencia.

“Por un lado, los consumidores reconocen estar muy atados a sus móviles para inspirarse, reservar… Pero cada vez más, también perciben los riesgos de ser tan dependientes de la tecnología. Se enfrentan a un dilema digital”, explica Paul Davies, responsable de investigación turística de Mintel, empresa dedicada a hacer estudios de mercado.

En este sentido, un 56% de los consumidores estadounidenses reconoce que la tecnología le resulta muy útil para mantenerse en contacto con familia y amigos e inspirarse para sus viajes.

Por ejemplo, Mintel destaca cómo algunas marcas están lanzando video-juegos que permiten conocer el destino antes de visitarlo.

De hecho, en la WTM de Londres hemos podido ver en funcionamiento la nueva campaña puesta en marcha por la Agencia Catalana de Turismo, Cataluña en la PlayStation.

Usuarios más conscientes

Pero al mismo tiempo, un porcentaje aún mayor (81%) dice que desearía “escapar temporalmente de ese mundo digital en el que están inmersos en el día a día”.

“La gente es más consciente sobre las consecuencias de usar tanto los smartphones: se sabe que puede afectar negativamente a la calidad del sueño, también hay más y más padres preocupados por el número de horas que pasan sus hijos ante las pantallas, etc”, explica este investigador de mercados.

De este modo, un 58% de los consumidores británicos admite que le gustaría estar sin tecnología durante sus vacaciones, porcentaje que se eleva hasta el 75% en el segmento de los turistas de lujo.

¿Significa todo esto que empresas turísticas y destinos deberían crear zonas donde no se permitiera el uso de dispositivos?

“Creemos que prohibir la tecnología no es la respuesta“, dice Paul Davies.

“La gran oportunidad, en cambio, será para las marcas turísticas que en su marketing animen a los clientes a escapar de la tecnología durante unos cuantos días. Es decir, que promuevan experiencias analógicas donde uno esté desenchufado, para que así pueda desconectar y relajarse del todo”.

Del FOMO al JOMO

Otra investigación presentada en la World Travel Market apunta en la misma dirección.

En este sentido, el informe de la consultora Euromonitor International apunta una tendencia creciente: JOMO, acrónimo en inglés de “Joy of Missing Out” (la alegría de perderse algo).

Es decir, el JOMO sería la antítesis del FOMO o “Fear of Missing Out”: el miedo a perderse algo que nuestros amigos y conocidos estén comentando a través de las redes sociales, Whatsapp, etc, porque nos hemos dejado el móvil en casa.

Un segmento de los consumidores quiere desconectar del mundo digital porque busca autenticidad y privacidad en sus viajes

Y es que según indica el informe de Euromonitor, “el deseo de desenchufar está impulsado por una necesidad de autenticidad, privacidad y el disfrute de las relaciones cara a cara y experiencias vitales”.

Para satisfacer esta necesidad, algunas marcas turísticas ya están ofreciendo experiencias de viaje alternativas que garantizan una completa desconexión, lejos incluso de la civilización.

Aunque quizá no sea necesario llevar a los clientes hasta el fin del mundo, sino simplemente a una zona sin cobertura…

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