Temperatura cercana a -100°C rompe récord de frío en la Antártida
Fue registrada en la estación de Vostok. Las cifras más bajas llegaron a -98°C durante los inviernos de 2014 y 2016. Esto registró el estudio publicado en “Geophysical Research Letters”.
En julio de 1983 una estación meteorológica ubicada en Vostok, en la Antártida, registró lo que se convirtió la temperatura más baja que jamás se haya reconocido en la Tierra: – 89.2°C. Sin embargo, según indica un nuevo estudio publicado en la revista Geophysical Research Letters, este récord fue batido recientemente, pues los valles en las capas de hielo ubicados en la misma zona llegaron a bajar hasta una temperatura de -98°C entre los inviernos de 2014 y 2016.
“Las temperaturas más bajas se encuentran en cuencas topográficas pequeñas (menores de 200 km2) a casi 2 metros de profundidad y por encima de los 3.800 msnm de elevación. Aproximadamente 100 sitios han observado temperaturas superficiales mínimas de -98 ° C durante los inviernos de 2004-2016”, señala el resumen de la investigación conducida por científicos del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de la Universidad de Colorado y el Departamento de la Tierra y Ciencias Ambientales de la Universidad del Temple de Filadelfia, ambas en Estados Unidos.
Para llegar a esta nueva cifra los científicos analizaron las lecturas de los satélites de observación de la Tierra de la Nasa y de la NOAA y los calibraron con los datos actualizados tomados de estaciones meteorológicas en terreno, encontrando así los sitios más fríos de la Tierra. Un fenómeno que, según explica el estudio, está relacionado con que en estas cuencas confluyen dos características especiales: un cielo despejado y un aire extremamente seco que evita que cualquier vapor de agua lo caliente así sea ligeramente.
Igualmente, “los investigadores encontraron que los mayores descensos de temperatura ocurren durante la noche durante el invierno en el hemisferio sur, que se corresponden con los meses de junio, julio y agosto. Los investigadores afirman que la temperatura podría descender aún más, aunque se necesitaría una inusual cantidad de cielos despejados y aire seco para conseguirlo”, señala el portal de noticias Ambientum.
Debido a que no todos los rincones de la Tierra pueden ser medidos, esto no quiere decir que esta sea la temperatura más baja, sino la más baja que se ha podido registrar con algún instrumento, lo cual no deja de ser sorprendente. Sin embargo, los científicos sí señalan que “este podría ser el límite de temperatura más baja en la Tierra”, así como que se trata de un registro que “no se rompa en mucho tiempo”. ¿La razón? El aumento de las emisiones de gases efecto invernadero a la atmosfera está haciendo que las condiciones necesarias para las temperaturas supremamente bajas sean cada vez menos. Por esto, los investigadores sospechan haber encontrado una cifra que mantendrá la corona de la temperatura más fría por un largo periodo de tiempo.