Editorial
Viajes innovadores y creativos en nuestro medio rural
Hacer turismo en el medio rural conlleva una serie de variables y factores, que son claves para tener éxito. Pero cuando mencionamos el termino de #exito, tenemos que tener en cuenta que eso significa conseguir los objetivos que nos hemos marcado.
Muy posiblemente uno de los grandes fallos del turismo en las areas rurales ha sido su mala estructuración o mejor dicho la ausencia de ésta, con casi nula planificación y en concreto el colocar objetivos ya sean no alcanzables, poco factibles o lo peor nada claro.
Cuando sector público y privado y asociaciones (Ahora ya apenas quedan, pero sí de otros sectores rurales y ambientales), no son capaces de confluir en la misma dirección, es imposible tener ese #exito, ya que los objetivos, cuando los haya, suelen ser diferentes y posiblemente paralelos, sin llegar a encontrarse.
Se habla de #destinosturísticos, de las estrategias y herramientas para su gestión e incluso construcción, como la #gobernanza y la #coopetencia (#coopetition), y sin embargo estas se quedan en palabras, en un paraíso de buenas intenciones que no pasa de ahí, donde todavía el consumidor –turista-viajero, el que es capaz de generar flujo económico a las empresas y territorio, no está en el core de la gestión turística.
Veo que es necesario, por no decir imprescindible, tener lideres a nivel local, capaces de generar ese dinamismo territorial, capaces de despertar o alentar sinergias entre emprendedores y hacedores turísticos (tourism makers), con perdón por el vocablo.
Permítanme retomar algunos pensamientos de hace décadas, que lamentablemente se vuelven a repetir al cabo de los años, pero sigue siendo una asignatura pendiente la #formacion, educación y capacitación, pero mucho más aun, el cambio de actitud de todos los actores turísticos y rurales a nivel local.
Lo que no se ofrece, no se puede comprar
Sin un cambio de actitud, es imposible tener #exito y entre todos esos posibles factores de no éxito, convendría recordar que en el turismo rural, sería bueno hablar de #resiliencia, de pragmatismo y de combinar la creatividad e innovación de producto con la realidad del territorio, tanto en sus aspectos físicos (infraestructuras), como en el capital humano y sus brechas o gaps de motivación, acceso al mercado y capacitación para que con su gran conocimiento del medio donde residen, saber y poder desarrollar auténticos productos que conlleven experiencias diferenciadas y memorables, que no dependan del precio, sino del valor que se ofrece.