El proyecto británico para sembrar 50 millones de árboles
El bosque no solo repoblará una de las partes menos boscosas del país con especies de árboles locales, principalmente de hoja ancha, sino que actuará de “paisaje” para escapar de las muchas ciudades grandes ubicadas cerca, por lo que se concluye que tiene un fin turístico, además de actuar como sumidero de carbono.
De acuerdo con City Lab, es el segundo intento por reforestar el país inglés, y el gobierno prometió 5.7 millones de euros de los 500 millones necesarios para realizar el proyecto. El precedente de esta iniciativa comenzó hace 28 años y se llama “Bosque Nacional”. Aunque apenas comienza a verse maduro, el bosque ya alcanza los 321 kilómetros, más o menos la distancia entre Bogotá y Barichara.
Si Inglaterra planea nuevos bosques es porque los necesita desesperadamente. Ese país tiene una de las proporciones más bajas de bosques en Europa: solo el 13% de su territorio está poblado por árboles. Finlandia, por ejemplo, es un país más frondoso, con un 73% de su territorio cubierto por bosques, lo que hace que esta iniciativa sea más compleja de lo que parece a simple vista.
De acuerdo con City Lab, las amenazas para el éxito de este proyecto están relacionadas con la tala de 35 bosques (muy antiguos) destinados para la construcción de un tren de alta velocidad. Sin embargo, la iniciativa muestra existente muestra cuán atractivos y sostenibles pueden ser estos proyectos. Para el caso del Bosque Nacional, por ejemplo, se plantaron árboles incluyendo pueblos, campos de cultivo y antiguos yacimientos de carbón. También se hizo plantando árboles nativos de crecimiento más lento que los pinos, una de las especies más usadas en proyectos de reforestación, pero que por no ser nativo y tener una naturaleza de acaparamiento del espacio muy agresiva, va acabando con otras especies nativas de árboles y la fauna que en ellas habita.
Las ventajas del proyecto, según Woodland Trust (el fondo británico para bosques) son muchas. Así como los árboles dentro de las ciudades limpian y refrescan el aire, también lo hacen los bosques en el borde urbano,
reducen la contaminación y el ruido causado por las carreteras, lo que ayuda a proteger a los residentes y visitantes de su efecto. Solo en los EE. UU., se estima que las capacidades de reducción de la contaminación de los árboles reducen los costos anuales de salud en hasta 7.000 millones de dólares.