2019 es considerado el segundo año más caliente desde que se empezó a registrar la temperatura de la Tierra, en 1880.
Las temperaturas registradas el año pasado fueron las segundas más altas, superadas solo por el 2016, desde que se contabiliza el calentamiento de la Tierra. Este monitoreo revela que desde 1960 cada década ha sido más cálida que la anterior.
2019 es el segundo año más caliente en la historia del planeta. Esta afirmación, comprobada por la Nasa y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), se apoya en los registros de temperatura de la Tierra, documentados desde 1880. Este monitoreo, el cual evidencia cómo desde 1960 la calidez de cada década ha superado a la anterior, fue condensado en el siguiente video.
Los datos analizados por los científicos del Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS) de la NASA en Nueva York, encargados de esta tarea, explicaron que la temperatura del año pasado fue “1.8 grados Fahrenheit (0.98 grados Celsius) más cálidos que el promedio de 1951 a 1980″. Así lo consignaron en un comunicado en línea.
Ese aumento se remonta a la década de 1880, tanto así que para principio del siglo XX ya la calidez era de más de 2 grados Fahrenheit (un poco más de 1 grado Celsius). “Como referencia, la última Edad de Hielo fue aproximadamente 10 grados Fahrenheit más fría que las temperaturas preindustriales”, compararon los científicos.
En palabras del director de GISS, Gavin Schmidt, el problema es que “cruzamos a más de 2 grados Fahrenheit en territorio de calentamiento en 2015 y es poco probable que regresemos. Esto muestra que lo que está sucediendo es persistente, no una casualidad debido a algún fenómeno climático: sabemos que las tendencias a largo plazo están siendo impulsadas por los niveles crecientes de gases de efecto invernadero en la atmósfera”.
Estos monitoreos se realizan con base a modelos climáticos y análisis estadísticos de datos sobre cuán caliente se ha puesto el mundo. La razón, según los expertos, radica en el aumento de emisiones de dioxido de carbono y otros gases de efecto invernadero rumbo a la atmósfera. Este cóctel de contaminantes son producidos por actividades humanas como ganadería, industrialización, etc.
