La isla de MSC en Bahamas se plantea como un centro de ocio y de recuperación de la fauna marina del Caribe
Faltan cuatro meses para que los cruceros de MSC atraquen en Ocean Cay, el resort de la naviera en una isla privada de Bahamas. Allí las propuestas de ocio y relax fueron creadas bajo criterios sostenibles, y el lugar también es un centro de recuperación de corales y diversas especies de la fauna marina del Caribe.
Esta isla fue un centro extractor de arena, actividad que dañó el ecosistema. Pero la naturaleza siempre vuelve –si se lo permiten- y el cese de esta industria en 2015 permitió recuperar el fondo marino y que la fauna pueda regresar.
La formación insular es protagonista de programas de protección encarados por MSC, como la recuperación de corales en peligro de extinción y la puesta en marcha de programas educativos y de conservación.
Recuperar los corales
La isla de Bahamas se encuentra en un perímetro de 165 kilómetros cuadrados de aguas protegidas, y la naviera tiene la intención de ampliar esta superficie.
En este sitio MSC tiene la prioridad de recuperar la población de corales. Allí abundan las especies conocidas como lechuga coral (Agáricia agaricitas), coral de la colina de la mostaza (Porites astreoides) y coral estrella masiva (Siderastrea), variedades resistentes a los cambios de temperatura y sedimentación extrema.
MSC creará un vivero de corales para proteger a la población de esta especie en su isla de Bahamas
Pero también hay ejemplares en peligro de extinción, como la Acropora palmata o el Elkhorn, que se protegerán en un vivero de corales que se levantará al este de la isla.
El regreso de los peces y moluscos
El equipo de biólogos de Ocean Cay comprobó un aumento de la vida marina en la isla e identificó la existencia de más de 3.200 peces, moluscos y reptiles de 88 especies diferentes, como pargo amarillo y rojo, tortuga verde, tiburón de arrecife caribeño, raya águila, raya de espina y jurel blanco, así como langostas. De ellas destaca el caracol reina, una especie de gran tamaño vital para mantener las aguas limpias.
Además de la recuperación de la fauna la naviera dispuso la plantación de 75.000 plantas y arbustos, entre ellos 4.600 árboles (sobre todo palmeras).
Nada de deportes náuticos de motor
Los pasajeros que lleguen en noviembre se encontrarán con una amplia agenda de actividades de ocio y relax, pero todas bajo el paraguas de la sostenibilidad.
En Ocean Cay no estarán permitidos los deportes acuáticos de motor: se podrá practicar kayak, paddle surf, snorkel o buceo
Por ejemplo aquí no habrá ningún deporte náutico de motor: si se quiere disfrutar del agua, pues se ofrecerán equipos e instructores para practicar pádel surf, kayak, snorkel y buceo.
Relax y diversión
Al norte de la isla abrirá The Spa at Ocean Cay, un centro de masajes y relax de lujo basado en la tradición balinesa que se ofrece en el MSC Aurea Spa.
Los productos que se usarán en este spa son de Aveda, marca conocida por sus productos naturales. Allí habrá sesiones de fitness, yoga matutino y al atardecer entre otros programas relajantes y de meditación.
Los más pequeños tendrán su opción de ocio en el Seakers Family Cove, donde hay una laguna de poca profundidad y playas de arena ideales para jugar. Allí los monitores organizarán actividades como concursos de castillos de arena, búsquedas del tesoro y construcción de cometas.
Al atardecer sigue la fiesta
Cuando cae el sol MSC organizará diversas actividades, que tienen como centro principal a un faro de 30 metros que se activa al atardecer. Ya sea en los bares en primera línea de la costa o en las hogueras en la playa se podrá ver cómo cae el sol en el mar. Para darle un toque autóctono, se organizarán desfiles de junkanoo, con trajes típicos y música tradicional.
Otro programa interesante, entrada la noche, es el relacionado con la exploración astronómica, donde un guía enseñará a identificar estrellas, constelaciones, nebulosas y galaxias con telescopios de rastreo computarizado.
