El auge de los pisos turísticos impulsa la proliferación de consignas urbanas en Madrid
Las empresas que guardan maletas reciben con recelo la nueva regulación de viviendas turísticas del Ayuntamiento
Los pisos turísticos ya han comenzado a crear su propia “industria auxiliar” en Madrid. Uno de los negocios que ha proliferado en la capital gracias al boom de estos alojamientos son las consignas urbanas para guardar las maletas de los viajeros cuando abandonan los inmuebles que han reservado mediante plataformas digitales. Las empresas han recibido la nueva regulación de las viviendas de uso turístico aprobada por el Ayuntamiento, que supondrá el cierre de más de 10.000 pisos de este tipo (un 95% del total), con recelo por las consecuencias que pueda tener para su negocio.
El dueño de Madrid Lockers, Daniel Ouro, afirma que su empresa de consignas ha crecido un 20% mensual desde octubre. “Las viviendas turísticas han impulsado nuestro negocio pero también guardamos maletas de clientes de hoteles”. Este empresario se muestra cauto ante los efectos prácticos que tendrá la nueva regulación del Ayuntamiento. “Todavía no podemos conocer el impacto que va a tener la medida”. Ouro afirma que la normativa le asustaría más si guardar las maletas fuese su única fuente de ingresos. “También ofrezco otro tipo de servicios a los turistas”. Aunque Ouro dice que aún le cuesta imaginar las consecuencias prácticas de la nueva normativa, afirma que ha paralizado un proyecto de expansión hasta ver lo que ocurre.
Sin embargo, Sara García, responsable de operaciones de Locker in the City, le resta importancia a los efectos de la medida. “Confiamos que se quede en un anuncio electoral y no se pueda ejecutar…¿cuál es el plan para las miles de reservas en curso? ¿qué pasará con los turistas que ya han comprado un billete de avión y no se quieren alojar en un hotel?”, explica. García añade que tienen pensado abrir dos tiendas más Madrid. “[La prohibición] nos preocupa cero”, asevera.
Este tipo de negocios están equipados con todo lo necesario para la vida del turista: cajero automático, puntos de recarga de los teléfonos móviles, servicio de impresión de billetes y wifi gratuito. También ofrecen mapas turísticos y, normalmente, tienen un horario ininterrumpido de 9.00 a 21.00. Aunque las viviendas turísticas son el principal impulsor de su actividad, no son su único nicho de negocio. “También tenemos muchos usuarios de hostales, hoteles o personas que residen en la ciudad, pasan el día en el centro de Madrid, y no quieren cargar todo el día con sus compras, cascos de motos…ect”, afirma García.
La empresa Lock & Be Free ha abierto dos locales en el último año, uno en el barrio de Chueca en Madrid, y otro en Carrer dels Mercaders, en Barcelona. También están presentes en Sevilla y Granada. “Sin duda los pisos turísticos han sido uno de los mayores impulsores de nuestra actividad. Estamos notando una afluencia de usuarios cada vez mayor”, afirma Yvanova Guerra, Manager de Lock & Be Free.
Además de los establecimientos con taquillas, otra modalidad de consigna en auge es la que practican los comercios de la ciudad con espacio libre y dispuestos a guardar maletas. BagBnB pone en contacto a comercios (como bares) con turistas que necesitan dejar su equipaje. Esta empresa empezó a ofrecer sus servicios en Italia en 2016 y ahora está presente en 150 ciudades de más de 40 países y trabajan con 1.200 comercios.
El fundador de BagBnb, Alessandro Seina, no se muestra preocupado por la nueva regulación del consistorio. “AirBnB solo es una parte de nuestra clientela. También trabajamos con hoteles, personas que pasan un día en la ciudad y con otras plataformas de pisos privados, como Booking”. En Madrid trabajan actualmente con 20 comercios y planean de ampliar su red a 10 más antes de que llegue el verano.
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