Incautados leones, leopardos, rinocerontes y otras especies protegidas disecadas en Alicante
Entre las 200 piezas halladas por la Guardia Civil hay patas de jirafa y cráneos de cocodrilo
La Guardia Civil ha presentado este martes el resultado de una operación contra el tráfico ilegal de especies silvestres. Se ha incautado de un total de 200 piezas disecadas en una nave de Alicante. Entre las especies requisadas, se encuentran ejemplares de león africano, rinoceronte blanco, tigre de bengala, hipopótamo, cocodrilo africano, antílope africano y jirafa. La operación, denominada Taxideralia, se ha llevado a cabo entre primeros de mayo y octubre del año pasado. De momento hay seis imputados.
El Seprona tuvo conocimiento de lo que estaba ocurriendo debido a la detección de un elevado número de anuncios de venta de animales en Internet. Los agentes comprobaron que todos ellos correspondían a un mismo número de teléfono, registrado en la provincia de Alicante, en Monóvar. Los investigadores contactaron con el titular del teléfono interesándose por los animales y concertaron una cita en una nave de un polígono industrial de esta localidad. Aunque los agentes barajaban la posibilidad de que fuera un taller de taxidermia, se encontraron con una empresa de construcción, y observaron que en la nave de dos plantas y 200 metros cuadrados había unas 60 piezas disecadas de especies procedentes de África y del territorio nacional, como corzos, venados y arruís. El hallazgo, puntualizan los agentes, es “expecional” por la gran cantidad de piezas que atesoraba esta persona.
A raíz de la investigación de estas piezas, la Guardia Civil dirigió sus pesquisas a un posible taxidermista que podría haber realizado los embalsamamientos, y cuyo taller estaba situado en un chalé de Mutxamiel (Alicante). Establecieron vigilancias en la zona, mientras continuaba la investigación por Internet y un rastreo por la web. Finalmente, se localizó al autor, que realizaba la actividad sin ningún tipo de acreditación profesional ni licencia administrativa. Tampoco tenía permiso para deshacerse de las partes orgánicas que producía su actividad, que se vertían directamente a la red de alcantarillado, con el consiguiente riesgo para la salud pública. La Guardia Civil no cuenta con una estimación del precio que podrían alcanzar las piezas en el mercado, pero, por ejemplo, se ofertaba un leopardo por 8.000 euros.
La Guardia Civil ha informado de la operación en unas jornadas sobre tráfico ilegal de especies. La actuación se enmarca dentro del plan de acción español de lucha contra el tráfico de especies silvestres (TIFIES), liderado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Seprona. España es un país por el que hay un enorme tráfico ilegal de especies silvestres, porque funciona como un repartidor de comercio (legal e ilegal). “Estamos a un tiro de piedra de África”, ha comentado el capitán Esteban José de Diego. Datos como que el 31% de las pieles de reptiles incautadas a nivel mundial entre 2005-2014 tenían a España como destino final, según la Oficina de Drogas y Crimen de Naciones Unidas de 2016, corroboran la magnitud del problema. Aunque la cifra que mueve este mercado negro es difícil de cuantificar, el programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) e Interpol estima que puede estar en 90.000 millones de dólares al año. El Ministerio de Transición Ecológica no cuenta con estos datos para España.
La actividad está, además, en auge. Por ejemplo, en 2007 se abatieron ilegalmente 13 rinocerontes, mientras que en 2014 han sido 1.200. En el caso del rinoceronte negro, una especie en peligro crítico, sus poblaciones han disminuido de 100.000 en 1960 a 5.000 en 2016. Además, la población mundial de rinoceronte blanco se estima en 20.000 ejemplares y de Java solo 63. Las grandes cifras indican también que cada año se trafican ilegalmente 1,5 millones de aves vivas y 440.000 toneladas de plantas medicinales y se matan más de 100 tigres, 1.000 rinocerontes, 30.000 elefantes y unos 100.000 pangolines.