La peor ola de calor en años causa decenas de muertes en Norteamérica
Decenas de personas han muerto en la última semana en el sur de Canadá y el este de Estados Unidos, por la peor ola de calor y humedad en décadas, con temperaturas superiores a los 35 grados, informaron las autoridades.
Las autoridades sanitarias de la provincia de Quebec, en Canadá, están preocupadas. Esta semana, la cifra de muertos por la inusual ola de calor se elevó a 33, y no descartan que la cifra aumente.
La mayoría de los muertos son varones de entre 53 y 80 años de edad y, en muchos casos, tenían problemas de salud mental, además de dolencias respiratorias y cardiacas, y no contaban con aire acondicionado en sus viviendas.
En 2010, cuando otra ola de calor y humedad afectó Quebec durante exactamente las mismas fechas, más de 100 muertes fueron atribuidas a las temperaturas extremas.
Entonces, la ola de calor se prolongó durante seis días, del 4 al 9 de julio y la temperatura máxima fue de 34,8 grados centígrados, menor a la alcanzada esta semana en Quebec.
El Servicio Meteorológico de Canadá dijo que los termómetros alcanzarán este jueves los 35 grados centígrados en Montreal, aunque los meteorólogos advirtieron de que el “humidex”, el índice de humedad utilizado para describir la sensación térmica, señala que la temperatura será equivalente a entre 40 y 45 grados centígrados.
Mientras, en Estados Unidos, la ola de calor afecta a zonas en el noreste del país, así como los valles del Misisipi y de Ohio, con una población de más de 90 millones de personas. A la fecha varias personas han perdido la vida en este país por causas relacionadas con las altas temperaturas.
La cadena de televisión CNN informó que una mujer murió en Pensilvania de un ataque cardíaco cuando trabajaba en su jardín, mientras que un hombre, de 30 años, pereció en el estado de Nueva York cuando participaba en una carrera.
Según los médicos que le atendieron, su temperatura corporal alcanzó los 42 grados centígrados, lo que dañó su cerebro.
Tanto en Canadá como en Estados Unidos, los meteorólogos predicen que la ola de calor empezará a disminuir el viernes, tras una semana de temperaturas que han llegado en el caso de Montreal a los 36,6 grados centígrados, un nuevo récord que supera el anterior de 36,1 grados registrado en 1931.
Hasta que llegue el alivio, las autoridades de Montreal, donde se han producido 18 de las 33 muertes registradas hasta el momento, siguieron recomendando hoy a la población que extremase las precauciones y que ayude a los vecinos más vulnerables, como personas de avanzada edad o con dolencias respiratorias.
“No queremos que se produzcan más muertes”, dijo la ministra de Salud Pública de Quebec, Lucie Charlebois.
Charlebois recordó en su declaración los teléfonos a los que los ciudadanos pueden llamar para resolver dudas o ser atendidos, en caso de necesitarlo.
En la última semana, los servicios de emergencias han recibido una media de 1.200 llamadas diarias, un 33 % más de lo habitual.
Las autoridades han advertido de que tanto el 911 como el servicio de ambulancias de Montreal están colapsados por la cantidad de personas que llaman por cuestiones relacionadas indirectamente con la ola de calor.
Montreal ha habilitado 19 edificios públicos como “centros de refrigeración” para que quienes que no cuentan con aire acondicionado en sus hogares puedan buscar refugio temporal.
Charlebois lanzó también un mensaje esperanzador para los millones que llevan soportando una semana de temperaturas extremas y avanzó que las condiciones meteorológicas mejoraran en las próximas horas.
“La situación debería volver a la normalidad pronto”, afirmó. Los meteorólogos prevén que la temperatura máxima del viernes en Montreal se reducirá a 23 grados centígrados, situación que se mantendrá durante el fin de semana.
En el noreste de Estados Unidos, los meteorólogos coinciden en una bajada de las temperaturas a partir del viernes.
Sin embargo, los meteorólogos estadounidenses alertaron de que la costa oeste del país empezará a experimentar una subida de temperaturas a partir del fin de semana, lo que puede agravar los incendios forestales en California.