Acuerdo internacional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del sector marítimo
Más de un centenar países se comprometen a recortar un 50% el CO2 del transporte naval en 2050
Más de un centenar de países –que se han reunido durante esta semana en Londres bajo el paraguas de la Organización Marítima Internacional (OMI)– han fijado objetivos de lucha contra el cambio climático al sector del transporte naval para ayudar al cumplimiento del Acuerdo de París. Estos países se han comprometido a que el sector marítimo internacional reduzca en 2050 al menos un 50% sus emisiones de gases de efecto invernadero respecto a las de 2008.
Más de un centenar de países –que se han reunido durante esta semana en Londres bajo el paraguas de la Organización Marítima Internacional (OMI)– han fijado objetivos de lucha contra el cambio climático al sector del transporte naval para ayudar al cumplimiento del Acuerdo de París. Estos países se han comprometido a que el sector marítimo internacional reduzca en 2050 al menos un 50% sus emisiones de gases de efecto invernadero respecto a las de 2008.
El transporte marítimo internacional expulsa alrededor de 800 millones de toneladas de estos gases al año, lo que supone algo más del 2% de todas las emisiones mundiales. Pero, al tratarse de un tráfico transnacional, ningún Estado asume esas emisiones como propias, con lo que se quedan en un limbo y fuera de los planes de reducción de gases de efecto invernadero de cada Estado.
Además, las propias proyecciones de la OMI (de la que forman parte más de 170 Estados) prevén un incremento notable de esas emisiones –de entre un 50% y un 250%– de aquí a 2050 si no se toman medidas adicionales a las que hay ahora sobre la mesa. De ahí la necesidad de cerrar un acuerdo como el que este viernes se ha sellado en la reunión de Londres.
Algunos países habían puesto sobre la mesa unos objetivos más ambiciosos. Por ejemplo, la Unión Europea y varios Estados isleños del Pacífico –cuya supervivencia está amenazada por el incremento del nivel del mar– querían una reducción de al menos el 70% en 2050. Sin embargo, según detalla Reuters, otros países –como Estados Unidos, Arabia Saudí o Panamá– han presionado para rebajar la ambición del acuerdo.
La asociación Climate Action Network –una red internacional de la que forman más de mil ONG– aplaude el pacto. Pese a que no se han impuesto los objetivos más ambiciosos, esta asociación cree que el acuerdo deja abierta “una ventana” para que se pueda cumplir con el Acuerdo de París, que establece como meta que en 2100 el aumento medio de la temperatura global se quede por debajo de los dos grados respecto a los niveles preindustriales.
Tras alcanzar ese acuerdo de objetivos generales en los próximos años la OMI deberá desarrollar los mecanismos concretos para poder alcanzar las reducciones de emisiones comprometidas. Entre los instrumentos que se barajan está establecer mecanismos de mercado, como un sistema de compra de derechos de emisiones parecido al que ya se ha acordado para la aviación internacional. Este último caso es similar al del transporte marítimo internacional. En ambos sectores, las previsiones para las próximas décadas apuntan a un incremento de vuelos y rutas marítimas –y, por lo tanto, de gases de efecto invernadero– si no se toman medidas.