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El Gobierno rechaza clasificar el eucalipto como especie invasora

El Ministerio de Medio Ambiente ignora el dictamen unánime de su propio Comité Científico

El Gobierno español, pese a las indicaciones de su propio Comité Científico, ha rechazado la solicitud del Ayuntamiento de Teo (A Coruña) de incluir varias especies de eucaliptos, oriundas de Australia, en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, según los documentos a los que ha tenido acceso Materia. Su inclusión habría implicado medidas para erradicar estas especies, que representan el 3% de la superficie forestal española y proporcionan el 32% de la madera que consumen las industrias papeleras nacionales.

El proceso se inició el 26 de septiembre de 2017, cuando el alcalde de Teo, Rafael Sisto, vinculado a una candidatura independiente de izquierdas, solicitó la clasificación de los eucaliptos como especies invasoras. Su argumento fue que “el monocultivo absolutamente descontrolado” de eucaliptos en el noroeste de España supone un daño medioambiental, entre otras cosas por “facilitar la propagación de los incendios forestales”, según explica Conchi García, concejal del municipio gallego, de 19.000 habitantes.

El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente solicitó entonces un informe a su Comité Científico. El dictamen, emitido el 1 de diciembre y no vinculante, fue muy contundente. El órgano consultivo, formado por una veintena de científicos independientes, declaró por unanimidad “el carácter invasor” y recomendó incluir en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras a todas las especies de eucaliptos “cuyo destino sea la explotación forestal, debido al alto riesgo de invasión por estas especies consecuencia de sus características biológicas, fisiológicas y ecológicas”.

“Se recomienda extremar la precaución con nuevas introducciones y plantaciones, y se recomienda un seguimiento local y llevar a cabo medidas de erradicación antes de que se produzca la invasión siempre que se observe naturalización de cualquier especie de Eucalyptus en nuestro territorio”, concluía el comité, formado por investigadores como la ecóloga Montserrat Vilà, de la Estación Biológica de Doñana; la botánica Inés Álvarez, del Real Jardín Botánico de Madrid; el biólogo Mario Díaz, del Museo Nacional de Ciencias Naturales; y el biólogo Ángel Bañares, jefe de la Sección de Biodiversidad en el Gobierno de Canarias.

El 5 de diciembre, sin embargo, la Subdirección General de Política Forestal del propio Ministerio emitió otro sorprendente informe, denunciando “una actitud tendenciosa por parte del Comité Científico, en orden a emitir un juicio de valor premeditado en cuanto al carácter invasor de estas especies, presuntamente basado en criterios no científicos y en opiniones personales y políticas”.

Esta subdirección incluyó otro análisis, firmado por el ingeniero de montes Luis Alfonso Gil, de la Universidad Politécnica de Madrid, que afirma que “considerar a estas especies como invasoras y bloqueadoras de los ecosistemas es una prueba más de la inmadurez y desinformación de la sociedad actual”. Para el profesor, “extraña al razonamiento científico que una sociedad desarrollada genere una situación perversa en la que se denuesta al eucalipto”, mientras la misma sociedad “no legisla contra la agricultura basada en plantas exóticas”, como el naranjo y el melocotonero, “cultivos con efectos medioambientales negativos”.

El informe de la Subdirección General de Política Forestal desestima “en todos sus puntos” la solicitud del Ayuntamiento de Teo. “Las plantaciones de eucalipto […] juegan un rol fundamental en el desarrollo rural de la cornisa cantábrica, estando sometidas a una estricta regulación normativa para su plantación y uso, no pudiendo ser consideradas como especie invasora, al no existir ni base ni consenso científico para su declaración, ni invadir espontáneamente áreas más allá de las que ocupan sus plantaciones”, sostiene el documento.

El informe del Comité Científico destacó el “elevado riesgo de incendio” de los eucaliptales, por “la acumulación de hojarasca y la presencia de aceites inflamables”. Sin embargo, la Subdirección General de Política Forestal considera que no hay evidencias que demuestren que los eucaliptos son más sensibles al fuego que otras especies.

“El eucalipto representa el 18% de la superficie forestal de Galicia, pero aporta el 60% de los ingresos a más de 80.000 propietarios forestales y a miles de trabajadores rurales y a cientos de empresas. Unos ingresos que redundan en el cuidado del monte y en la reducción de los gastos de extinción al disponer de masas gestionadas con estructuras más resistentes al fuego”, afirma la Subdirección.

El 9 de febrero, el Ministerio decidió rechazar la solicitud del Ayuntamiento de Teo. El consistorio gallego ha presentado un recurso, según explica la concejal Conchi García, que lamenta que el Gobierno español esgrima supuestos beneficios económicos para permitir las plantaciones de eucaliptos. “Nuestro patrimonio cultural está siendo destrozado por el fuego. Ese es el verdadero impacto económico”, opina.

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