Una mancha de petróleo llega a la bahía brasileña de Todos los Santos, la segunda más grande del mundo
El Instituto Brasileño del Medio Ambiente confirma la contaminación de crudo venezolano en las playas utilizadas por pescadores y marisqueras
Un grupo de trabajo participa en las acciones de limpieza del petróleo en la Costa dos Corais. FELIPE BRASIL
Las manchas de petróleo que surgieron en las playas del noreste brasileño desde comienzos de septiembre han llegado este jueves a la bahía de Todos los Santos, en el Estado de Bahía, la más grande del país y la segunda más grande del mundo. El Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (IBAMA) ha confirmado la contaminación en las playas de Jaburu, Tairu y Cacha Pregos (en el municipio de Vera Cruz, isla de Itaparica), todas ellas zonas de corales y en las que trabajan pescadores y marisqueras de las comunidades locales.
Esta nueva área de contaminación en Bahía es la nueva cara de la crisis ambiental que afecta a la región, cuyo origen aún es incierto. El Gobierno brasileño dice tener pruebas de que el origen del petróleo es venezolano, pero todavía falta aclarar las circunstancias del desastre. El almirante Alexandre Rabello de Faria, jefe del Estado Mayor del Comando de Operaciones Navales, informó el jueves en una audiencia pública en la Comisión de Medio Ambiente del Senado que las investigaciones aún no han avanzado en lo concerniente al motivo del derrame del producto en el mar. Hasta el momento, aseguró, la única “certeza es que el ADN del crudo es venezolano“. No obstante, Faria destacó que no se puede afirmar cómo ni quién lo derramó. El almirante cree que se trata de un acto delictivo, como “una bala perdida” que alcanzó la costa brasileña.
Faria explicó que los investigadores barajan al menos cuatro hipótesis de la causa de la fuga, entre ellas un accidente en el traspaso de petróleo de un buque a otro —algo que, según resaltó, difícilmente se produciría en alta mar— y el naufragio de un buque petrolero, posibilidad que también se considera remota. La investigación también trabaja con los supuestos de un derrame accidental del buque por rotura del casco y un derrame intencional.
El pasado viernes día 12, el IBAMA ya había puesto en marcha un plan de emergencia para desastres ambientales, creado en 2015, que prevé acciones tanto del Gobierno como de empresas que actúan en la zona, como Petrobras y gestoras de terminales portuarias. La Armada brasileña venía realizando un seguimiento de la zona desde el fin de semana para evitar que la sustancia alcanzara áreas con ecosistemas más sensibles, ya que la bahía está llena de manglares, espacios de reproducción de especies marinas. La mañana del jueves aparecieron restos espesos y viscosos de petróleo en la región del Farol da Barra, uno de los principales puntos turísticos de la capital bahiana, y en las playas de Ondina, en el límite de la entrada de la bahía de Todos los Santos. En total, 11 regiones costeras de Salvador se han visto afectadas, y Limpurb, empresa municipal de limpieza urbana, informa que, hasta el jueves por la mañana, había limpiado 26 toneladas de petróleo de las playas de dicha ciudad.
Otra playa afectada ha sido Pedra do Sal, que amaneció con arena, piedras y corales cubiertos de crudo negro en estado líquido. Rodrigo Alves, superintendente del IBAMA, explicó este jueves en una rueda de prensa que tal sustancia es “diferente a las que se han encontrado hasta ahora” en otros puntos del litoral, y que se someterá a un análisis en laboratorio.
Bahía ha sido el último Estado del nordeste brasileño en registrar la presencia de manchas de petróleo. La sustancia llegó a esta región el 3 de octubre y ha afectado a nueve ciudades (Vera Cruz, Salvador, Lauro de Freitas, Camaçari, Mata de São João, Entre Rios, Esplanada, Conde y Jandaíra). En el municipio de Esplanada, el crudo llegó hasta los ríos Inhambupe y Subaúma.
Los primeros vestigios de petróleo empezaron a llegar a la capital el 10 de octubre, pero en pequeñas cantidades —antes de este jueves, solo se habían retirado 37 kilos de la costa de Salvador.
Las sólidas y enormes manchas de petróleo que han aparecido en más de 160 playas en un área que se extiende desde el estado de Maranhão hasta Bahía, mostradas en televisión, tardaron semanas en ser noticia nacional. En Sergipe, el estado más perjudicado, la instalación de barreras de protección para contener el petróleo no dio resultado: el mar se llevó por delante las estructuras. Las fiscalías federal y del Estado de Bahía interpusieron, el pasado martes 15 de octubre, una denuncia contra el Gobierno y el IBAMA por los riesgos ambientales relacionados con el derrame de petróleo en el litoral nordestino.