Los impactos de la masificación se intensifican en España
La situaciòn o estado de la cuestión empeora lamentablemente
NR: Les adjuntamos tan solo una noticias publicadas en Hosteltur y Tourinews sobre los problemas de la masificación turística, que revelan la continuada tendencia al empeoramiento de la situación para la población residente y las areas naturales. Insistimos que desviar flujos hacia los entornos naturales es una solución equivocada y que perjudica a estas zonas vulnerables, algo que parece que están desarrollando en Jaén como se recoge en la noticia o como los residentes de ciudades como Madrid y Venecia emigran o escapan de los barrios turísticos, claro los que pueden económicamente.
Guía del incivismo que provoca conflictos en las playas cada verano
Causas: masificación y turismo de excesos, pero también comportamientos de residentes
‘Lucharemos en las playas’ es el título de un célebre discurso de Winston Churchill anticipando una eventual invasión de Gran Bretaña por parte del III Reich. Eso fue en junio de 1940 y por tanto ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero la conflictividad en las playas continúa, a una menor escala pero mucho más repartida geográficamente, con el incivismo como divisa.
Pero los cambios en los usos y costumbres, una deficiencia de educación y empatía por el prójimo, o la creciente masificación de los destinos turísticos con sus playas como punta de lanza, logran que cada verano se sucedan actos que ponen en peligro el disfrute de momentos memorables que deberían inspirar antes postales y ahora imágenes con muchos ‘likes’ en Instagram, y videos en Tik Tok.
La responsabilidad de los comportamientos incívicos está repartida, a veces corresponde a los turistas nacionales e internacionales -el llamado turismo de excesos- y otras a los residentes, quienes también realizan malas prácticas. La última protesta ha tenido lugar en Mallorca en los últimos días, y hace referencia al sobreturismo en sus playas de Levante, donde proliferan las pequeñas calas. Ya está siendo imitada en Canarias. ¿Turismofobia o autodefensa?, se abre el debate.
La masificación ante todo
Si hay que hacer una lista rápida de los principales problemas que se dan en las distintas playas, esta comienza en primer lugar con la masificación, que afecta tanto a grandes arenales como a calas que se saturan rápidamente; y tambien sus aledaños, por la gran concentración de vehículos aparcados o transitando por lo que muchas veces son estrechos caminos. Un buen ejemplo de ello es el tristemente polémico Caló des Moro, situado en el Levante mallorquín:
La masificación conlleva incomodidad e insatisfacción, y propicia el afloramiento de comportamientos incívicos -que también pueden ser marginales- como la práctica del botellón, que caracteriza el turismo de borrachera, suciedad, altercados, ruidos y molestias a los vecinos. Incluso música en alto volumen debido al uso de potentes altavoces. Y también, la actividad de los chiringuitos, acampadas ilegales, profusión de caravanas -que pasan semanas e incluso meses en la playa- y hasta guardar espacio de forma indebida situando sombrillas y hamacas en las mejores zonas horas antes de usarlas.
Este último comportamiento, bautizado ad hoc como ‘guerra de las sombrillas’ por las trifulcas entre bañistas en que degenera, es más propio de los residentes, como evidencia el bando de Badalona, y sobre ello ha opinado hasta el economista Santiago Niño Becerra (al que por cierto Hosteltur entrevistó hace ahora un año):
Además, el incivismo también lleva a que las playas se ensucien más allá de lo que sería razonable pensar para un lugar que recibe ingentes cantidades de gente a diario durante el verano. Y, especialmente, con residuos evitables, como son las colillas de los cigarrillos o multitud de envases que bien podrían ser depositados por los usuarios en papeleras. Al final del día habría que limpiar igual, pero no tanto.
Hay una práctica que puede ser incívica o no, dependiendo de la ordenación que realice cada ayuntamiento, y es la de llevar perros a la playa. Evidentemente, pueden molestar al resto de usuarios, ensuciar, alborotar, ladrar y hasta impactar sobre la flora y la fauna autóctonas. Sin embargo, en España ya hay 115 playas que los admiten, en esos casos no es incivismo sino pet-friendly.
La industria cambia de actitud
La actitud de la propia industria turística ha evolucionado. Así, en 2019 la presidenta de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB), Carmen Planas, rechazaba las manifestaciones de poner límite al turismo de excesos o al de cruceros, defendiendo que “no debemos olvidar que el turismo es el motor de la economía de las Islas”. La cuestión es si, debido a esa circunstancia, vale todo. Y ahora ya es tema de debate.
Jaén habilitará aparcamientos en parajes naturales para recibir a más turistas
El Ayuntamiento de Jaén planea habilitar zonas de aparcamiento en parajes naturales del municipio con el objetivo dar un impulso al flujo de turistas que practican el senderismo y deportes de montaña.
Según recoge Europa Press, la Concejalía de Turismo propone el acondicionamiento de espacios de parking en terrenos municipales próximos al paraje de Otíñar, el río Cuchillo y la zona de El Neveral, con el fin de facilitar el estacionamiento a propietarios de autocaravanas y furgonetas que se desplazan hasta el lugar para realizar escalada o transitar rutas senderistas.
El edil de Turismo de Jaén, Vicente Oya, ha asegurado que estas infraestructuras “no requieren una gran inversión” y que tienen como meta incrementar la cifra de turistas que visitan los parajes naturales.
Los residentes de Madrid y Venecia pierden la batalla contra el turismo
El centro de algunas de las principales ciudades turísticas de Europa como Madrid (España) o Venecia (España) está cayendo presa de la gentrificación debido a que la actividad turística está provocando una huida de habitantes que ya comienza a reflejarse en el censo.
Tal como revela un reportaje publicado por El País, muchos vecinos de barrios céntricos como Malasaña, La Latina, Lavapiés o Sol están vendiendo sus propiedades y mudándose incomodados por el flujo constante de visitantes y por el impacto que supone que viviendas y comercios estén volcados en la actividad turística. Entre los principales inconvenientes destacan las molestias de los pisos que se alquilan por Airbnb o el ruido de las terrazas de los bares.
“La huida ha empezado”, aseveran. Si bien el padrón municipal se mantiene estable en torno a los 140.000 habitantes desde 2019, las asociaciones vecinales sostienen que parte de estas cifras corresponden a los caseros que decidieron censarse en la zona tras la entrada en vigor de Madrid Central y así mantener los permisos de entrada y estacionamiento con sus coches en la zona.
Venecia pierde un 20% de su población
En el centro de Venecia la huida es aún más acuciante, ya que el número de residentes ha caído por debajo de los 49.000, habiendo perdido 14.000 en los últimos 20 años, recoge Público. Los venecianos huyen despavoridos de las molestias del turismo de masas, pese a los intentos del gobierno de frenarlos con medidas como la limitación a los cruceros o su intención de cobrar entrada por visitar la ciudad.