Los océanos, son los pulmones de nuestro planeta
Es nuestro sustento y también para el Turismo, pero es urgente su regeneración
El mar produce más de la mitad del oxígeno y da sustento a más de mil millones de personas, pero la humanidad los contamina y acaba con sus recursos. La ONU llama a una acción colectiva hacia un equilibrio para seguir aprovechándolo y, al mismo tiempo, devolverle la vida que ha perdido.
El océano cubre más del 70% del planeta y es fuente de vida y sustento de la humanidad y de todos los organismos de la tierra; sin embargo, está gravemente amenazado por la triple crisis del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.
En el Día Mundial de los Océanos, celebrado cada 8 de junio, la ONU recordó que el océano produce más del 50% del oxígeno de la Tierra y es la principal fuente de sustento de más de mil millones de personas, además de que 40 millones de empleos dependen de las industrias basadas en él.
No obstante estos beneficios, las actividades humanas socavan los recursos y la biodiversidad de los océanos: más de un tercio de las poblaciones de peces del mundo se explotan a niveles biológicamente insostenibles; gran parte de los arrecifes de coral ha sido destruida; la contaminación por plásticos ha llegado a las islas más remotas y a las fosas oceánicas más profundas; y las zonas costeras muertas por la contaminación terrestre se extienden cada vez más.
Urge una acción colectiva
“Es hora de ser conscientes de que, para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático, nos urge emprender una acción colectiva para revitalizar el océano”, dijo este miércoles el Secretario General de las Naciones Unidas con motivo de jornada.
António Guterres explicó que eso implica “encontrar un nuevo equilibrio en nuestra relación con el medio marino. Implica trabajar junto con la naturaleza, no contra ella, y crear alianzas inclusivas y diversas entre regiones, sectores y comunidades para colaborar de forma creativa en la búsqueda de soluciones oceánicas”.
Para marcar el Día Mundial de los Océanos, la ONU lleva a cabo un evento híbrido -virtual y presencial- desde su sede en Nueva York en el que participan líderes de opinión, empresarios, expertos y representantes de industrias y de la sociedad civil.
La modelo internacional y activista ambiental Amber Valleta, quien fungió como maestra de ceremonias, se refirió al cónclave como “una oportunidad para reflexionar sobre nuestra relación con nuestro planeta azul, para celebrar cómo el océano nos conecta y sostiene, y para explorar soluciones colaborativas a los problemas que afronta y que nos afectan a todos”.
Nuestra salud está ligada a la del mar
“El océano es la sangre de nuestro planeta, su agua sostiene toda la vida en la Tierra. (…) Nuestra salud y vitalidad están ligadas a la salud y vitalidad de los océanos”, dijo Valleta, y lamentó que, pese a esto demos por sentado que sus recursos estarán siempre disponibles y no los valoremos.
“El daño que le hemos hecho al océano necesita nuestra atención urgente. La responsabilidad de nuestras acciones es de todos y necesitamos cambiar el enfoque y recordar que nuestro planeta es uno e interconectado. Vale la pena salvar la vida en el planeta. Vale la pena salvarnos”, puntualizó la modelo y activista, abogando por unir fuerzas para revitalizar los océanos.
El propósito de la reunión es sumar ideas y diseñar estrategias para iniciar una acción colectiva en favor de los océanos, que han visto el 90% de sus especies de peces mermadas y el 50% de los arrecifes de coral destruidos.
No agotar lo que el mar ofrece
Los participantes en el evento coincidieron en que el mundo extrae del océano más recursos de los que éste puede reponer, por lo que es imperativa una labor conjunta para crear un nuevo equilibrio en el que la humanidad no agote lo que el mar ofrece, sino que ayude a restaurar su vitalidad y le devuelva una nueva vida.
“Nos encontramos frente a la disyuntiva de mantener la actitud extractiva de sacar, sacar, sacar de la naturaleza o darnos cuenta de que lo más importante que podemos sacar de la naturaleza es nuestra existencia”, dijo Sylvia Earle, bióloga marina y oceanógrafa, presidenta de Mission Blue, quien estuvo presente en la reunión.
Iniciativas esperanzadoras
En este sentido, António Guterres se mostró optimista y afirmó que el impulso del movimiento de revitalización del océano va en aumento.
Para apoyar esta aseveración, Guterres citó el reconocimiento del papel de los ecosistemas marinos en la consecución de los objetivos climáticos mundiales logrado en la conferencia de Glasgow sobre cambio climático en noviembre pasado, y el acuerdo de colaboración entre numerosos países para elaborar un nuevo tratado contra la contaminación del mar con plásticos, sellado en marzo.
Aludió también a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, que tendrá lugar en Lisboa a fines de este mes y que se centrará en la ampliación de las medidas basadas en la ciencia y la innovación para el logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible 14.
Asimismo, Guterres manifestó esperanza con respecto a los próximos debates sobre un nuevo acuerdo de conservación y uso sostenible de la diversidad biológica marina en las zonas situadas fuera de las jurisdicciones nacionales.
“Garantizar un océano sano y productivo es nuestra responsabilidad colectiva, que sólo podemos ejercer trabajando de consuno. En este Día Mundial de los Océanos, insto a todas las partes interesadas en la salud oceánica a unirse para revitalizar nuestros mares y océanos”, enfatizó el Secretario General.