India multa a los turistas que pasen mucho tiempo en el Taj Mahal
La entrada para visitar el Taj Mahal permite estar tres horas en el templo indio. Si se excede ese tiempo, el viajero debe comprar un nuevo pase
Contemplar la belleza del Taj Mahal tiene un precio. Y admirarla por demasiado tiempo tiene otro. Porque aquellos turistas que pasen más de tres horas en el fastuoso mausoleo de Agra serán multados con la obligación de comprar una nueva entrada.
La medida fue tomada por la Superintendencia de Arqueología de Agra, responsable del mantenimiento del monumento, construido en el siglo XVII por el emperador mongol Shah Jahan como homenaje a su esposa Mumatz Mahal, y reconocido como uno de los patrimonios de la humanidad por la Unesco.
Nuevas reglas
Para entrar al complejo del Taj Mahal hay que pagar una entrada de 14 euros (0,6 euros para los residentes) y, opcionalmente, otra de dos euros para ver el mausoleo por dentro.
Cuando el visitante sale del Taj Mahal debe marcar su pase en una máquina. Si el dispositivo indica que se pasaron más de tres horas, debe comprar una nueva entrada
La entrada principal permite estar un máximo de tres horas en el edificio y los jardines que lo rodean. Cuando se llega a una de las 10 puertas de salida el visitante debe fichar su pase en una máquina, como si fuera un empleado que termina su jornada laboral.
Si el dispositivo detecta que el visitante se pasó del límite de tres horas, estará obligado a comprar una nueva entrada.
Además, el pase se adquiere por anticipado con horarios preestablecidos. Si uno llega después de hora, pierde el derecho a entrar en el monumento.
Las entradas se ofrecen según el volumen de visitas esperado: si se excede el cupo de 40.000 a 50.000 personas (según el día), el portal de ventas deja de estar operativo.
Freno ante la masificación
La medida de las autoridades indias se tomó para gestionar el volumen de visitantes, que crece cada año. La prueba de fuego fue el pasado fin de semana, informa Times of India, cuando el sábado recibieron 50.000 personas, y el sistema funcionó correctamente.
Cada año el Taj Mahal recibe ocho millones de visitas, de las que un 10% son internacionales
Cada año el monumento recibe ocho millones de visitas, de las que un 10% son internacionales. Pero esta medida, más que para los extranjeros, apunta a los residentes, porque los indios tienen la costumbre de llegar temprano y pasar el resto del día descansando en los jardines, donde hacen pic nic en la sombra.
Además de evitar un cuello de botella en las instalaciones del Taj Mahal, las autoridades del servicio de arqueología buscan evitar posibles avalanchas y otros problemas en jornadas de gran afluencia, como en los días festivos de la India.