Diez planes para el verano en Nueva York
Disfrute lo mejor de la capital del mundo, sin pagar mucho más.
Nueva York no es un destino barato, sea cual fuera el precio del dólar. Pero si podemos elegir, conviene visitarla en los meses cálidos por una razón obvia: se puede estar en la calle por largas horas. Los días duran más y, como no hay nieve ni viento helado, no hace falta refugiarse en tiendas y cafeterías gastando más plata de lo que querríamos.
Festivales
Durante la primavera y el verano, los parques están llenos de actividades al aire libre gratuitas. Desde yoga hasta conciertos. Algunos destacados son Broadway en Bryant Park, donde actores y actrices hacen pequeños shows en el famoso parque atrás de la biblioteca; ‘Movies with a View at Brooklyn Bridge Park’, un ciclo de películas al aire libre con vista a toda la ciudad, y el tradicional Shakespeare in the Park, que presenta en el medio del Central Park obras del autor inglés. Este último es pago, pero si van con tiempo pueden conseguir algunos tiquetes gratuitos.
En el agua
Salir de la isla siempre es una buena idea por la tranquilidad y por las vistas que se consiguen desde el otro lado del río o directamente sobre el río. Por 2 dólares llegará a Governors Island, donde suele haber eventos o, simplemente, una explanada inmensa de verde. Una clave que muchos turistas desconocen es la de tomar el ferri gratuito hasta Staten Island que sale cada 30 minutos. Es un paseo de 20 minutos con vistas increíbles, ideal para hacer al atardecer. No hace falta pagar para ver de cerca la estatua de la Libertad.
Coney Island y la playa
Aunque el destino perdió su encanto para muchos, para otros es un registro divertido de lo que fue. Todavía tiene su feria, sus puestos de comida y su pequeño parque de diversiones. Se llega en subte desde cualquier parte (subtes D, F, N, Q a Coney Island-Stillwell Avey), y en verano suele haber buenos recitales al aire libre.
Las galerías
Si no quieren pasar la tarde en un museo (que suele llevar por lo menos dos horas si queremos hacer un recorrido digno), las galerías son una buena alternativa. En la mayoría de los casos son gratis, se recorren en poco tiempo, tienen aire acondicionado y están desperdigadas por la ciudad, así que se pueden combinar con el paseo. Los martes en la tarde, las de Chelsea suelen hacer inauguraciones abiertas al público con vino y quesos de cortesía. Aquí van a encontrar la agenda: www.arteinformado.com.
Highline Park
El parque sobre las antiguas vías del tren podría estar incluido en el apartado de los parques, pero decidí separarlo porque no se parece a ninguno. Además, no sirve tanto para instalarse, sino, más bien, para caminarlo, utilizándolo de vía para llegar a otro punto de la ciudad. Tiene vistas espectaculares, puestos de comidas y está abierto hasta las 10 de la noche en el verano.
‘Shows’
Para amantes de la comedia o simplemente cholulos, hay una manera bastante sencilla de ver los programas de televisión nocturnos de cable (los late nights). Del de Jimmy Fallon al de Stephen Colbert, pasando por el del inglés John Oliver. Todos se graban en la tarde y tienen una audiencia hecha de seres humanos comunes y corrientes. Las reglas cambian para cada uno, pero todos son gratis. A veces hay que anotarse en línea, otras hay que hacer fila afuera por la mañana para conseguir un espacio. Risas aseguradas.
Los barrios
Muchas cuadras de Nueva York se siguen pareciendo bastante a lo que muestran las películas de la ciudad. Casitas bajas bordó, canteros, muchos árboles y cuasitranquilidad. En Manhattan, el Greenwich Village es el mejor ejemplo, y el Village en general del este al oeste. En Brooklyn, Park Slope y Fort Greene se prestan más que otros para caminar, sacar fotos y disfrutar de la vista.
Museos
Si con las galerías no es suficiente, se pueden visitar los museos en su día de entrada libre y gratuita. Como es de suponer, suelen estar bastante llenos por una razón lógica, así que hay que contar con suficiente tiempo.
MoMa: viernes, entre las 4 y las 8 p. m.
Museum of the Moving Image: viernes, entre las 4 y las 8 p. m.
Brooklyn Museum: el primer sábado del mes, entre las 5 y las 11 p. m.
Emblemas
Algunos de los edificios más lindos no requieren sacar ninguna entrada para pasar. Tres elegidos: la estación Grand Central, con su cielo estrellado en el techo; la Biblioteca Pública de N. Y., con sus salones imponentes, y el Lincoln Center, con su fuente que nuclea el teatro, la filarmónica y la ópera
Parques
El Central Park es una obviedad. Una hermosa obviedad, pero algo que no puede faltar si visitamos en los meses de calor. Es inmenso, 3,41 kilómetros cuadrados, y tiene muchos sectores diferentes. Siempre que estén arriba de la 59 st pueden hacerse un recreo en el pasto. Comprar algo en un deli y almorzar abajo de los árboles. Pero este no es el único que vale la pena. Prospect Park fue diseñado por el mismo urbanista que el Central Park y es su hermano en Brooklyn. Washington Square Park no tiene tanto espacio verde, pero sí muchos bancos y artistas callejeros (con piano incluido); y el Hudson River Park con vista a Nueva Jersey es una opción alargada con poca prensa.