El Ayuntamiento de Páramo del Sil tiene un plan de futuro apoyado en el turismo sostenible que dista mucho de los planes sobre los que trabaja Repsol para reconvertir sus montes en una área industrial destinada a la producción de energía eólica. Son dos planteamientos tan alejados como incompatibles, defiende el gobierno local. El de la multinacional energética ya ha quedado plasmado en los estudios de impacto ambiental de los tres parques que han salido a información pública (43 aerogeneradores y su infraestructura de evacuación en el Alto Sil y Gistredo) y el de Páramo del Sil se recoge en la memoria valorada que el Ayuntamiento ha presentado a la convocatoria de fondos de Transición Justa para iniciativas estratégicas de turismo sostenible en las cuencas mineras de León y Palencia.

‘Encamínate’ se denomina el proyecto y está enfocado al desarrollo de una red de recorridos y de turismo activo y rural para la puesta en valor del patrimonio natural, industrial, cultural y etnográfico del Alto Sil en este municipio. La inversión inicial prevista supera en algo los 600.000 euros.

La adecuación y señalización de hasta 14 rutas de senderismo, la habilitación de varios miradores y sendas para el avistamiento ordenado de osos pardos, la apuesta por el turismo deportivo ya implantado con carreras de montaña y alta montaña y BTT, la apertura de vías ferratas para la práctica de escalada, el aprovechamiento del río para hacer descensos en canoa y convertir el pueblo de Primout (su valle es uno de los más afectados por el trazado de las líneas de evacuación de los parques y los propios molinos) en un centro de turismo cultural y patrimonial en torno la arquitectura tradicional y la ganadería, promoviendo su reconocimiento en el contexto del Sistema de Patrimonio Agrícola de Importancia Mundial (Sipam). Estos son los ejes más destacados de la propuesta de futuro de Páramo del Sil, junto al aprovechamiento del patrimonio industrial.

El objetivo es sentar las bases para desarrollar una red de servicios y productos turísticos que permita diversificar la oferta económica, generando «nuevas oportunidades de negocio para empresas y trabajadores locales y fomentando un crecimiento inclusivo y sostenible», defiende el equipo de gobierno. Y en esos planes de puesta en valor del acervo paisajístico y los recursos naturales no caben los molinos de viento ni las kilométricas líneas de alta tensión.

«Páramo del Sil puede ser un claro ejemplo de cómo los municipios con fuerte herencia industrial y minera están evolucionando hacia nuevos modelos económicos y culturales, aprovechando su legado histórico y su entorno natural», explica la alcaldesa, Alicia García, que asegura que «la estrategia se centra en ofrecer experiencias que conecten a los visitantes con la naturaleza, al mismo tiempo que se fomenta la conservación ambiental y se impulsa el desarrollo económico local».

Impacto en el empleo

Entre 12 y 21 empleos directos durante la ejecución del proyecto, de 8 y 13 puestos de trabajo una vez que esté en funcionamiento —asociados a la gestión de la red de recorridos y la promoción de las actividades turísticas- y hasta una docena de empleos indirectos vinculados a la cadena de valor del turismo (hostelería, restauración, comercio, marketing y transporte, entre otros). Este es el cálculo inicial que recoge la memoria valorada que el Ayuntamiento de Páramo del Sil ha presentado para optar al Fondo de Transición Justa, en plena lucha contra Repsol y otros municipios cercanos, caso de Igüeña y Noceda, para evitar que los planes de la primera se hagan realidad y sus montes se conviertan en un polígono industrial. Esto, cuando quedan apenas unas semanas para que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico resuelva sí da o no autorización para desarrollar el primero de los parques, el Bierzo Alto-Sil, con 20 aerogeneradores y una línea de alta tensión que atraviesa Gistredo y el Alto Sil desde Igüeña hasta Ondinas.

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«Este proyecto pretende involucrar a la comunidad local en la gestión y el desarrollo turístico, asegurando que el turismo sea una herramienta para mejorar la calidad de vida, preservar el patrimonio y mantener vivas las tradiciones», manifiestan fuentes municipales.

Entre las acciones concretas recogidas en el documento enviado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico están la instalación de puntos de avistamiento del oso en Anllares, Valdeprado y La Nueva y el Puente Blanco, en el propio pueblo de Páramo. También la creación de una ruta de cortines históricos y la reconversión de uno de ellos en un espacio didáctico para enseñar sobre la vida de las abejas, el proceso de producción de miel y su importancia ecológica. La memoria señala hasta cuatro competiciones deportivas, con gran potencial como fuente de ingresos, y rutas que incluyen lagos y lagunas de origen glaciar, cumbres por encima de los 2.000 metros, antiguas cabañas de pastores conservadas en las brañas y praderas de altura.

La fábrica de luz de Primout: aspiración pero no moneda de cambio

Una de las iniciativas recogidas en este proyecto estratégico de desarrollo turístico para el que Páramo del Sil busca fondos, en la línea de puesta en valor de su patrimonio industrial, es la recuperación de la antigua fábrica de luz de Primout para convertirla en un espacio educativo y turístico, un pequeño museo interactivo donde los visitantes puedan aprender sobre la historia de la energía hidroeléctrica en la zona y su papel en el desarrollo industrial.

El interés del equipo de gobierno por rehabilitar este espacio es sabido desde el inicio de la legislatura y también conocido por quienes se encargan de elaborar esos proyectos de desarrollo local que Repsol ofrece como contraprestación por la explotación de los montes para producir energía eólica. De hecho, la fábrica de luz de Primout saltó al debate en la última reunión mantenida entre representantes de la energética y del municipio y celebrada en Páramo.

El responsable de la empresa que se ocupa de esos proyectos ligados al territorio, con los que la multinacional dice que colaborará en caso de poder ejecutar los parques eólicos, puso la vieja factoría de producción hidroeléctrica como ejemplo de destino de sus fondos y eso no gustó nada al equipo de gobierno, como tampoco gusta que se utilice el tren turístico Ponfeblino como moneda de cambio, más cuando no hay concreciones respecto a esas hipotéticas inversiones y lo que se plantean son pequeñas acciones que en ningún caso contrarrestan el efecto nocivo de los macroproyectos energéticos, critican desde el Ayuntamiento.

Que las empresas subcontratadas por el gigante energético para introducirse en el territorio utilicen proyectos directamente vinculados a su identidad, sobre los que hay un interés evidente y que, en ocasiones, sobrepasan la línea del patrimonio y tocan de lleno las emociones es algo muy cuestionado por el equipo de gobierno, que ya ha dejado claro que en ese juego no entrará y que ninguno de los proyectos sobre los que trabaja sería llave para vender el monte en el que Repsol ha puesto el ojo.

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Páramo ya tiene sus propios planes para la fábrica de luz de Primout y pasan por conseguir financiación pública para poder iniciar su restauración. Como también la quiere para recuperar antiguos molinos en los que hacer demostraciones y organizar exposiciones sobre la vida rural tradicional y para sacar partido al histórico tren minero que atraviesa su municipio. En este caso, su idea pasa por «crear un museo vivo dedicado a la historia de la minería y el ferrocarril, con exhibiciones de maquinaria, herramientas y fotografías históricas» y organizar visitas a antiguas minas.

Hay planes para La Recuelga, pero hace falta dinero

Una ruta interpretativa, una exposición permanente con maquetas, aulas virtuales, herramientas, materiales y elementos originales, así como actividades didácticas y educativas es lo que el Ayuntamiento de Páramo del Sil contempla para el lavadero de carbón de Antracitas de Fabero en La Recuelga (Santa Cruz del Sil) y así se recoge en la memoria del proyecto que ha presentado a fondos de Transición.

En todo caso, todo pasa por la recuperación del edificio. Por eso, el proyecto también recoge la adecuación de accesos y senderos y la realización de trabajos de consolidación y mantenimiento de este Bien de Interés Cultural para frenar su deterioro. Entre las medidas de conservación preventiva de este viejo edificio industrial, figura el monitoreo periódico del estado de conservación de las estructuras.