Cómo hacer rentable un paisaje de piedras
Crear un destino turístico en base a su geomorfología
Desde hace años imparto seminarios y cursos, y uno de los temas claves ha sido analizar como el turismo ha cambiado el valor de los entornos naturales y también los culturales.
Desiertos, nieve, zonas áridas, humedales.…en general territorios incultos o con escaso aprovechamiento primario cambiaban de valor y posteriormente de precio en un tiempo muy corto (Antes, quizás en 40 años y actualmente en apenas 5 o 10 años) debido a su atractivo turístico y posterior desarrollo de facilidades e infraestructuras turísticas.
El turismo en las zonas rurales y específicamente en territorios de interior le cuesta mucho crear destinos turísticos y básicamente y lamentablemente no pasa de desarrollar una oferta turística
El turismo en las zonas rurales y específicamente en territorios de interior le cuesta mucho crear destinos turísticos y básicamente y lamentablemente no pasa de desarrollar una oferta turística que obviamente no permite la rentabilidad, competitividad y desarrollo local.
Es también cierto que algunos destinos rurales, como es el caso de Baños de Montemayor (Extremadura, España), que ya he comentado en otro artículo es un ejemplo de transformación no solo hacia un destino verde donde se han eliminado las barreras administrativas y se ha configurado de forma centrifuga incorporando diferentes recursos y atractivos de otros municipios, añadiendo además un tipo de gestión en base a la gobernanza, sino ahora también de transformación digital.
Pero quiero en este caso referirme a una reciente visita a la zona de Valencia de Alcántara, también en Extremadura, aprovechando una visita a un gran emprendedor turístico regional, Eugenio Rodríguez, administrador del camping Aguas Claras, y gran promotor del increíble monumento natural, el “Berrocal de la Data”, todo un regalo paisajístico por su geomorfología espectacular, a pocos kilómetros de su camping.
Este entorno de granito debido a la erosión ambiental ha configurado una serie de bolos que configura unas formas y escenas que atraen a los visitantes, porque hay que recordar que las personas se mueven por lo que ven y más por lo que son capaces de percibir, paralelamente a su valor natural o antrópico.
La presencia de más de 30 dólmenes repartidos por este territorio generan un gran valor añadido y hacen que un conjunto de piedras se convierta en la base del desarrollo turístico de varias comarcas o mejor dicho, potencialmente porque todavía no se ha logrado implementar una estrategia que genere esa rentabilidad.
El caso de este monumento natural es un claro ejemplo de cómo poder crear valor y por tanto rentabilidad a un recurso geomorfológico que difícilmente tendría otro aprovechamiento
La relevancia de lo que algunos denominaban unas cuantas piedras, es que se haya declarado Monumento Natural:” espacio o elemento de la naturaleza constituidos básicamente por formaciones de notoria singularidad, rareza o belleza, que merecen ser objeto de una protección especial”, de acuerdo a la legislación española. En los Estados Unidos se habla de Monumentos Nacionales, cuya aprobación data de 1906 (The Antiquities Act of 1906), mientras que la española está fechada en el 1927, que como verán son figuras potenciales de uso con más de un siglo de antigüedad.
El caso de este monumento natural es un claro ejemplo de cómo poder crear valor y por tanto rentabilidad a un recurso geomorfológico que difícilmente tendría otro aprovechamiento, así como la necesidad de saberlo gestionar de forma sostenible y competitiva, preservando la conservación del recurso y atractivo.
El monumento natural es la base para crear un destino rural de interior, pero antes de nada es imprescindible cambiar conceptos, por ejemplo el de limitación de fronteras turísticas, que en este caso se extendería a varias comarcas de Portugal (Apenas a unos 9 km del lugar) al igual que lo hace Baños de Montemayor. que basa su destino también en recursos naturales como las aguas termales y su naturaleza.
Pero fíjense, siendo un espacio de una biodiversidad relevante, dentro de la Reserva de la Biosfera del Tajo Internacional, con una interesante presencia de fauna, como buitre leonado, cigüeña blanca, búho real, milano real, milano negro, elanio, lechuza,…o mamíferos que llaman la atención como la gineta, garduña, meloncillo, tejón común, en un entrono de alcornoques y castaños, son las piedras y la geomorfología las que otorgan ese valor de atractividad turística.
Es decir como dice el titular, como el turismo hace rentable un paisaje de piedras, y es curioso observar la evolución de los valores de los recursos naturales en apenas 40 años.
Reciban un cordial saludo,
Arturo CROSBY
Editor Natour magazine