¿Qué es la producción sostenible de madera?
La lucha por conservar los bosques de Colombia se mantiene activa frente a múltiples amenazas. Una de las mejores estrategias de conservación es promover la producción responsable de madera, que protege los recursos naturales y, a la vez, contribuye a que exista un desarrollo social y económico con criterios de sostenibilidad.
Las certificaciones de madera legal y sostenible como FSC (Forest Stewardship Council, por sus siglas en inglés) promueven que la producción de madera para la elaboración de papel u otros productos maderables parta del mejoramiento del suelo y nunca de talar bosque natural. “Solo se planta en suelos que otros ya hayan talado”, afirma Nicolás Pombo, director de la División Forestal de Smurfit Kappa, una empresa dedicada a este tipo de producción.
Las compañías que producen madera sosteniblemente almacenan los residuos peligrosos y otros materiales de manera que no afecten los ecosistemas cercanos. Asimismo, minimizan los residuos orgánicos de la extracción y transformación de la madera, a la vez que dejan en el monte hojas, ramas y cortezas restantes para nutrir los suelos. Por otra parte, cuidar el agua es fundamental. Por ello, ubican sus operaciones de manera estratégica para aprovechar las precipitaciones en territorios donde llueve, por lo menos, 700 milímetros al año. Además, establecen zonas de protección alrededor de fuentes hídricas como ríos y quebradas para garantizar su oferta en cantidad y calidad.
Como es natural, los campos están expuestos a plagas. Sin embargo, en la producción forestal sostenible estas son tratadas con métodos no químicos como con ciertos hongos o bacterias que no afectan las fuentes hídricas aledañas. Asimismo, en este modelo productivo se protege a los animales al tener en cuenta sus rutas de desplazamiento para evitar imponerles barreras artificiales, y se realizan esfuerzos por preservar especies raras, amenazadas y en peligro de extinción. Además, los productores vigilan y controlan actividades de caza, pesca, captura y recolección.
Por otra parte, los árboles nativos son preferidos sobre los exóticos para las plantaciones y la restauración de ecosistemas degradados. Cuando se eligen especies exóticas, son cuidadosamente inspeccionadas a fin de detectar y reaccionar ante impactos adversos.
Beneficios para las comunidades
Para que la producción forestal sea considerada sostenible, se debe mantener y mejorar el bienestar de la gente y su economía. Así, se buscan oportunidades de empleo, capacitación y otros servicios complementarios que apoyen el desarrollo de la calidad de vida, mediante un acceso libre de discriminaciones. En este tipo de producción, las comunidades locales e indígenas mantienen el control sobre los recursos naturales. Además son recompensadas en aquellos casos en que comparten su conocimiento tradicional sobre especies forestales o sistemas de gestión.
Desde la perspectiva del territorio, los lugares de especial significado cultural, ecológico, económico o religioso deben ser identificados con las comunidades y protegidos con el apoyo de los gestores forestales.
Una economía estable
El manejo sostenible de los bosques se orienta al fortalecimiento y diversificación de la economía local, evitando la dependencia a un solo producto. Ello ocurre con inversiones para mantener la productividad de los ecosistemas, el uso óptimo de los recursos naturales y la transformación local de los productos extraídos para favorecer a las comunidades cercanas.