Peregrinos a pie o a toda vela: este es el nuevo Camino oficial a Santiago que se puede hacer en tres días
El Camino por la ría Muros-Noia es ya ruta jacobea oficial y, por tanto, una alternativa para el peregrino en este Año Santo. Se puede realizar durante cinco días a bordo de un velero o en tres caminando, pero sin perder de vista el agua
Hay una nueva ruta a la ciudad del Apóstol. Es tan antigua, tan historiada y tan documentada como los archiconocidos Camino Francés o la Vía de la Plata. Pero esta sabe a sal. Es un itinerario por el contorno litoral mejor conservado de las Rías Bajas, que el pasado diciembre consiguió la anhelada bendición que le faltaba: la aprobación del cabildo catedralicio para formar parte de manera definitiva de la Ruta Jacobea Oficial.
“Es el reconocimiento oficial a la condición de peregrino a todas las personas que hagan esta ruta y que tendrán, por tanto, derecho a la obtención de la Compostela (la credencial que expide la Iglesia), en igualdad de condiciones que el resto de itinerarios”, explica Sebastián Valverde, gerente del nuevo Camino de Santiago de la ría Muros Noia, el camino que nace en el mar.
También se trata de la primera vez en la historia de las peregrinaciones modernas que se reconoce una distancia inferior a los 100 kilómetros para llegar a la ciudad del Apóstol. “Efectivamente, estamos ante una ruta de corto recorrido. La más rápida a Santiago -unos 89 kilómetros desde Muros-“, explica Valverde. Tanto es así que el nuevo Camino se puede realizar en tres o cuatro jornadas sin estar demasiado acostumbrado a andar. “Salvo unos siete kilómetros de ascensión que te encuentras saliendo de Noia es además un recorrido muy plano que no exige grandes dotes físicas”.
Aunque lo que hace verdaderamente singular a este recorrido es el mar, que será nuestro compañero durante muchos kilómetros de la aventura. Otras rutas están unidas a la costa pero inmediatamente se echan tierra adentro. “En este, la mitad del trazado, exactamente los primeros cuarenta kilómetros, transcurren divisando el mar o pegado a él. Lo que significa que cuando te detienes a descansar puedes darte un baño o hacer alguna actividad náutica”.
Eso independientemente de que uno escoja como punto de inicio de este Camino el puerto de Muros o Porto do Son, es decir que eche a andar por una u otra orilla de la ría. Ambas sendas se juntan en la preciosa villa medieval de Noia para ya desde ahí enfilar a Santiago.
TRAVESÍA NÁUTICA
El Camino sigue exigiendo sacrificio, pero no faltan las opciones más recreativas. Y la ría de Muros Noia es la protagonista de una de ellas, que consiste en realizar la peregrinación a bordo de un velero, un itinerario marítimo que emula al que hace siglos realizó el Apóstol Santiago.
De esta forma, el viaje se convierte en una experiencia de cinco días, cuatro de ellos navegando y los últimos kilómetros caminando hasta alcanzar la capital gallega. “Una ruta para la que no se necesita barco ni experiencia previa porque vas con un patrón profesional”, explica María Pintos, booking manager de Sailway, la empresa de alquiler de barcos que comercializa este producto turístico.
No hay que llevarse a engaño. “Te puede tocar calma chicha y ver atardecer tranquilamente, y puede tocarte un temporal y que te pasen las olas para adentro de la embarcación como nos ha pasado. Navegar muchas horas es tensión”. Lo bueno es que, por regla general, las islas Cíes hacen de barrera natural de la ría de Vigo; las de Ons, de la ría de Pontevedra y la isla de Sálvora de la de Arousa.
Con salida desde el puerto de Bayona y llegada a Portosín, la travesía va atracando en todos los puertos de las Rías Bajas hasta llegar a la de Muros-Noia. Durante la aventura se fondea frente a las idílicas islas del P. N. Marítimo Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia y se recala en puertos emblemáticos como Sanxenxo o San Vicente do Mar (O Grove).
Como explica Pintos, “es obligatorio realizar al menos 90 millas náuticas para obtener la Compostela y es necesario sellarla en cada puerto que marca la ruta”. Para completar el Camino, además, hay que hacer a pie al menos los últimos siete kilómetros del Camino Portugués desde el pueblo de Milladoiro y sellar la credencial en la capilla que le da nombre y, desde luego, en la oficina del Peregrino una vez ya en Santiago.
La travesía requiere un mínimo de cuatro personas y se hace tanto para grupos privados como en fechas determinadas para cualquiera que se anime (desde 800 euros/persona). Las próximas salidas son en junio y ya otra vez en septiembre y octubre. “Es un producto elitista, para la gente a la que le guste navegar”, añade Valverde.
LOS HITOS DEL CAMINO
Los que elijan el polvo del camino en lugar de las olas tendrán además muchas otras recompensas. Por ejemplo, cruzar a pie Ponte Nafonso, en el estuario del Tambre, un puente medieval de dieciocho arcos que es uno de los parajes más espectaculares de todo el itinerario.
Con las botas puestas se disfruta también mejor de otro de los grandes atractivos paisajísticos (además de la ría): las grandes manchas de bosque caducifolio que estos días de primavera y hasta finales de junio están en su máximo esplendor. Aquí el peregrino tendrá que sortear innumerables regatos, cascadas y pozas naturales donde además podrá aprovechar para descansar y refrescarse. Y casi a la mitad del camino no hay que perderse el monasterio de Toxosoutos, a los pies del río San Xusto que se encañona en ese lugar y ofrece un espectáculo único.
No se puede dejar de mencionar las dos villas que dan nombre a esta ruta. Muros se ha convertido en el puerto deportivo con mayor número de yates, veleros, lanchas o catamaranes en tránsito de toda Galicia. Sigue siendo el ejemplo paradigmático de las villas costeras gallegas con sus bellos soportales y callejuelas en el borde del mar. Noia es igualmente importante. Cuenta además con una colección de más de 500 laudas medievales con inscripciones funerarias y relieves. Una muy reseñada es la de un peregrino que nunca llegó a Santiago.
A PIE O EN BICICLETA
Parte de la creación de este Camino olvidado ha sido, cómo no, delimitar el trazado que con más seguridad y de una manera más verosímil podía conectar las localidades costeras con Santiago de Compostela. “El trazado histórico, como todos los caminos, tiene una parte que transcurre por vías asfaltadas, pero estamos trabajando para definir un itinerario paralelo que vaya cien por cien por caminos de tierra”, explica el experto de la ruta, que tiene previsto también generar un trazado en BTT e, incluso, de canicross para aquellos que quieran ir acompañados de su perro.
Solo falta que vengan los peregrinos. “A nivel interno se vive un momento de efervescencia. Ahora que se ha conseguido el camino la gente del territorio se está echando a andar”, afirma Valverde. ¿Cuántos peregrinos esperamos? “Esa es una incógnita. Los Caminos de Santiago se han quedado prácticamente a cero. El golpe es parecido al que padecen los destinos costeros que viven del mercado internacional”. Un factor a favor es que el Vaticano ha prolongado el Año Santo a 2022. Un incentivo más para que los fieles alcancen el Obradoiro.