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Los viajes que promueven la transformación personal

Algunos viajeros prefieren recorridos para conectarse consigo mismos y confrontarse.

Algunos viajeros prefieren entregarse a la rumba en un destino desconocido. Otros, probar cada delicia gastronómica que encuentren, y unos más eligen el descanso frente a la playa para tomar el sol. Pero hay también viajeros que buscan encontrarse consigo mismos y vivir experiencias que los lleven a una confrontación personal.

En este último grupo se destacan viajeros de siempre que han encontrado en cada recorrido una manera de mirarse a sí mismos y aprender de otras culturas, como empresas que ofrecen tours especializados.

Tal es el caso de Carlos Sanmartín, gerente general de la agencia Orientur y viajero. Hace 40 años hizo su primera visita a Asia, y desde entonces regresa cada año para conocer más detalles de la cultura oriental: “He hecho mi vida prácticamente en el Oriente, y cada vez que viajo voy a ver cosas nuevas. He tenido la fortuna de hacer la Ruta de la Seda y conozco todos los países de Asia, y el único que me falta es Bangladés”, cuenta.

Además de ofrecer estos viajes a Oriente en su agencia, estos destinos y sus formas de pensamiento han sido transformadores para Sanmartín, quien ha incorporado en su vida diaria algunas prácticas, como el vegetarianismo y la meditación. Para él, destinos como estos están más relacionados con “temas espirituales, de conciencia espiritual y de limpieza de energías”, explica.

India suele ser uno de los destinos escogidos por diferentes grupos para hacer encuentros espirituales. Brahma Kumaris, una organización que promueve prácticas para el bienestar, hace cada año una salida a este país asiático, en donde nació el yoga hace 5.000 años como una disciplina espiritual para el espíritu y el cuerpo.

“El viaje que hacemos cada año a Delhi, en India, es una capacitación de 15 días en la que las personas salen relajadas y serenas. Claro, han podido visitar algunos sitios cercanos al lugar del encuentro; pero, más allá del componente turístico (que incluye comida deliciosa en instalaciones de primera), la gente llega a un encuentro consigo mismo”, explica José María Gómez, vocero de la organización.

El propósito de estos viajes es que cada uno logre un aprendizaje personal. Están guiados por yoguis o instructores espirituales, quienes dan ejercicios y tareas para que las personas puedan relajarse y reflexionar, así como controlar emociones y sensaciones.

“Esta es una manera de tener claridad mental y mantenerse fuerte en mente y emoción. Es una manera de no deprimirse con facilidad. Esto se logra mediante la aplicación de técnicas del conocimiento de India”, agrega Gómez.

“El objetivo al final del viaje es lograr un proceso de transformación que conecte el pensamiento, el lenguaje, la emoción y el cuerpo”

Un largo camino

Es bien conocido que al Camino de Santiago, en España, lo ronda un aura de misterio que muchos relacionan con espiritualidad. Se dice que el Camino tiene fuentes de energía telúrica con capacidades sanadoras y que desde la Edad Media figuras religiosas lo han atravesado con este fin.

Por esto, es un lugar donde los viajeros buscan algo más allá de un plan turístico para descansar. La propuesta de Viajes con Propósito, un emprendimiento que combina las herramientas del coach certificado y periodista William Fernando Sánchez con los comprobados beneficios de viajar, es justamente hacer el Camino de Santiago de Compostela y, al mismo tiempo, emprender un viaje de transformación personal.

“Santiago de Compostela no solo le pertenece a la tradición católica. Toda persona, de cualquier cultura, puede hacerlo”, explica Sánchez. Y agrega que durante el recorrido, que tarda cinco días, “nuestro trabajo como coaches es llevarte a hacer el mejor viaje, que es conocer tu interior: tus discursos, lo que sientes y lo que haces”.

El primero de estos viajes será en noviembre. Durante cinco días, los viajeros se enfrentarán a 115 kilómetros de recorrido por el camino de Compostela. Andarán día a día de 26 a 30 kilómetros por espacio de cinco o seis horas, mientras se confrontan consigo mismos, en esta propuesta de viaje físico y espiritual que involucra elementos básicos como símbolos de transformación: la tierra, el aire, el agua, el fuego y el amor. Es una prueba para el cuerpo y el alma.

Mediante las redes sociales de Viajes con Propósito y las del coach se dan anticipadamente consejos de preparación, físicos y espirituales. El objetivo al final del viaje es lograr un proceso de transformación que conecte el pensamiento, el lenguaje, la emoción y el cuerpo, en coherencia con lo que una persona quiere en su vida.

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