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¿Por qué Sumapaz dice No al turismo?

“Como lo plantean los mismos campesinos, su postura no es aislarse del mundo, al contrario, generar relaciones bajo otras dinámicas más allá del fin de lucro del turismo”

El pasado domingo 11 de junio, por segunda vez, un grupo de campesinos de la Localidad 20 de Sumapaz, realizaron un plantón en los límites con la localidad de Usme. El motivo, evitar la entrada desbordada de turistas al páramo.

Sumapaz, es la localidad rural de Bogotá, con 780 km² es la más grande y con menos densidad poblacional. La cual, se podría decir está conformada por dos zonas de frontera no tan clara, una campesina y de producción agropecuaria, y la otra, que hace parte del Parque Nacional Natural – PNN Sumapaz.

La inconformidad de los campesinos tiene relación con las consecuencias negativas que ha traído y pueda traer a futuro la práctica descontrolada del turismo. Hoy día no es raro ver los domingos gran cantidad de carros, buses, caminantes, ciclistas agolpados en la laguna de Chizaca (o los Tunjos).Tampoco es extraño encontrar al día siguiente gran cantidad de desperdicios, deposiciones y paquetes, frailejones desojados o tumbados, y la aparición de nuevos senderos, producto de las constantes caminatas, que van compactando el piso, perdiendo así la cualidad principal del páramo, que consiste en ser una esponja que retiene y regula el ciclo del agua.

Este nuevo elemento de discusión que propone el campesinado sumapaceño en torno al cuidado del PNN Sumapaz, hace un llamado principalmente a las instituciones ambientales. Debate, que resulta teniendo relación profunda con un escenario más complejo de  discusiones que hoy se viven en el orden nacional, como lo son: la delimitación de páramos, la vocación de los Parques Nacionales Naturales – PNN, y la presencia de campesinos en estos y la reparación  de campesinos despojados de sus tierras.

El Campesino, verdadero guardián del páramo

Primero que todo, es necesario aclarar porque el campesino sumapaceño tiene derecho y autoridad moral para exigir sobre la protección del páramo. Desde inicios del siglo XX el campesinado sumapaceño ha venido poblando este territorio sin ninguna ambición de riqueza, huyendo de las distintas olas de violencia que ha vivido este país, bajo la promesa de lograr un pedazo de tierra donde vivir en paz y con dignidad.

Y es  que fue el mismo Estado Colombiano, quien en su momento declaro estas tierras como baldíos (ósea, disponibles para ser ocupados por los sin tierra), para que los campesinos las poblaran y las hicieran productivas. Sin embargo, no les fue nada fácil, tuvieron que por vías legales y directas hacer respetar su derecho a la tierra, ante la violencia desatada por los grandes terratenientes que se querían apoderar de este territorio y convertir los campesinos en sus peones o arrendatarios. Luego de resistir distintos momentos de violencia, los campesinos lograron consagrar su derecho a la tierra y así la redistribución de esta. Lo que automáticamente generó un freno a la expansión de la frontera agrícola, punto a favor para la conservación del páramo.

Luego, y solo hasta el año de 1977 Sumapaz sería declarado como  PNN, y ahí empezaría otra lucha por el derecho a la tierra y el territorio. El mismo Estado que los incentivo a poblar estas tierras, ahora, pretende que los campesinos las desalojen, reflejo de la histórica improvisación y poca capacidad de planeación de nuestras élites y las instituciones.

Un segundo elemento para reconocer el papel fundamental de los campesinos en el cuidado del páramo, es que ante la ausencia del Estado, ellos mismos han generado sus propias normas para la preservación efectiva del páramo, prohibiendo la tala, caza y pesca. A lo que se suma,  que en los últimos tiempos vienen proponiendo y tramitando la constitución de una Zona de Reserva Campesina, como figura que les permita fortalecer la conservación de la zona de amortiguamiento del parque.

De ahí, y gracias a todos estos aportes directos e indirectos del campesino es que el Sumapaz, es el Parque Nacional Natural intervenido menos deteriorado, o sea los campesinos que lo habitan no representan una amenaza para su conservación.

El campesino dice No al Turismo

La prevención que tiene el campesinado sumapaceño hacia el turismo no es infundada, después de ver cómo se ha desarrollado de forma descontrolada el turismo en la zona y las afectaciones que ha traído, piensan en las posibles afectaciones que traerá a futuro, si esta práctica no se regula, ya que ven realidades espejo, que les muestran lo que podría pasar. Como lo es el significativo deterioro ambiental que ha sufrido el PNN El Cocuy, producto del ecoturismo, o los conflictos sociales desatados en el PNN Sierra Nevada de Santa Marta, producto de la entrada de grandes empresas hoteleras.

De igual manera, los preocupa las consecuencias sociales negativas que trae este fenómeno, como el aumento de la criminalidad (como ha sucedido con su localidad vecina, en el Usme rural) o de consumo de drogas. Temas que preocupan, siendo Sumapaz la localidad de Bogotá con el índice de criminalidad más bajo.

Esto, mientras los que se lucran con el negocio del turismo al Sumapaz, son otros, empresas fraudulentas que ofrecen recorridos por redes sociales, sin ningún tipo de permiso legal. Y es que son los campesinos, los que están exigiendo que se cumpla la norma, ya que en el Plan de Manejo del Parque Nacional no se tiene permitida esta práctica al interior del parque, y al momento no se ha adelantado ningún tipo de estudio sobre la capacidad de carga del parque (ósea, el número de turistas que lo podrían transitar por día), regla básica, para el desarrollo de esta práctica en cualquier PNN.

También, les preocupa perder su tradición y cultura campesina, su profunda relación con la tierra, como lo manifiesta Misael Baquero, líder campesino de la localidad:

“…nos muestran modelos como el turismo para que se acoja, entonces, nosotros, como campesinos vemos que eso no es lo que un campesinado como el de Sumapaz quiere, toda vez que el turismo, lo que crea es desarraigo, trae muchos males, muchas problemáticas, pero sobre todo el campesinado dejaría de producir alimentos, para meterse en la prestación de servicios, y ese ya sería un negocio flaco, donde hoy la gran necesidad del mundo es la producción de alimentos, que las poblaciones tengan acceso a los alimentos y nosotros teniendo acceso hoy a la tierra, no podemos dejar de producir los alimentos porque eso sería irnos cada vez inclinando a dejar el alimento, y que sea otro el que nos lo maneje. Cuando otros son los que los controlan, pues nos dicen que tenemos que comernos, a qué precio y cuando podemos comer o cuando no, entonces, eso no puede ser posible para un campesinado, que no solamente a cuidado su tierra sino que ha cuidado su cultura, sus alimentos, el medio ambiente, este páramo esta conservado por los campesinos y no podríamos permitir que otros que no han cuidado el páramo, vengan a devengar de su belleza, cuando somos nosotros los que lo hemos cuidado y lo mantenemos en esas condiciones que hoy esta…”

Por todos estos motivos, el pasado 28 de mayo la Asociación de Juntas de Acción Comunal Sumapaz, que reúne a todas las Juntas de Acción Comunal de la Localidad, en asamblea se declararon en contra de dicha práctica y piden que se respete la vocación agrícola del territorio.

De igual manera, es preocupante el interés de grandes sectores económicos, de la industria hotelera y de entidades como el Ministerio del Comercio, quienes pretenden construir infraestructura hotelera al interior de los  diferentes PNN.

El Conflicto entre Autoridades Ambientales y Campesinos

En días pasados, se hicieron dos propuestas de Decreto para solucionar los conflictos territoriales y socio ambientales en áreas del Sistema Parques Nacionales Naturales, uno propuesto por entidad[1]-PNN y la otra por organizaciones campesinas, decreto planteado en el marco de los acuerdos de paz, en el punto de Reforma Rural Integral. Las diferencias e insatisfacciones planteadas por los campesinos ante la propuesta de la entidad-PNN, es que básicamente plantea unos PNN sin campesinos, planeando el “desmonte de las actividades campesinas” lo más pronto posible, y sin dar garantía ninguna[2].

Desconociendo  los derechos de los campesinos y al mismo tiempo elementos centrales de lo acordado en la Habana. Y es claro, que la postura de entidades como PNN o las corporaciones regionales, como la CAR, es impulsar el ecoturismo, como paradigma de la conservación, planteando que los campesinos abandonen sus prácticas tradicionales y  se dediquen a ser guías turísticos o guardabosques.

De igual manera, no es desconocida la posición de la Ministra de Ambiente, quien ve en el modelo costarricense de turismo en PNN, donde las grandes empresas privadas no solo son dueñas del negocio del ecoturismo, sino además, administran los PNN, un negocio redondo, aduciendo que el gobierno no tiene recursos para este tema. De hecho el Ministerio de Ambiente tiene listo un proyecto para promover el ecoturismo en 10 PNN[3].

Por otro lado, paralela a la Mesa de Concertación creada entre entidad-PNN y organizaciones campesinas, la cual, se ha suspendido en varias ocasiones, dada la imposibilidad de generar puntos de encuentros, para Sumapaz se creó una Mesa de Concertación Regional, la cual, se ha propuesto como primer tema, de una agenda de 13 puntos, el tema de turismo.

Donde, el pasado 10 de junio en la Vereda Santa Rosa se acordó entre otras, que por el momento se haría la identificación de las empresas que de forma ilegal se encuentran vendiendo paquetes turísticos y se les haría una citación para finalizar este tema. Y también llevo a la Corporación Autónoma Regional – CAR a un pronunciamiento, aclarando que ningún operador tiene autorización para llevar a cabo actividades ecoturísticas en el PNN Sumapaz.

Sin embargo, para el campesinado, quedó un sin sabor, y es que de forma paralela a esta reunión en la vereda de Nazareth se realizó una reunión de funcionarios de alto calibre y con poder de decisión, como la Alcaldesa Local de Sumapaz, el Comandante del Batallón de Alta Montaña, entidad-PNN, el Director de la CAR, al igual, que voceros  de la Personería Distrital y el Instituto de Turismo con el Ministro para el Posconflicto Rafael Pardo.

Para debatir sobre el tema de desminado humanitario, pero también para acordar avances en temas muy relacionados a la agenda de la otra mesa, como lo son: “delimitar el Páramo del Sumapaz,  emprender acciones de conservación del ecosistema; estimular su recuperación y manejo sostenible; gestión social y comunitaria para la adecuada sensibilización, conocimiento y conservación al igual que el monitoreo y seguimiento a la gestión para su conservación.”[4] Temas muy sensibles y sobre los cuales se debe trabajar de la mano con la comunidad.

Por lo cual, surgen las siguientes dudas del desarrollo de estas dos reuniones paralelas ¿Por qué no hablar con la comunidad campesina? ¿Por qué no permitirse que los funcionarios con poder de decisión escuchen las inquietudes y posturas de campesinado? ¿Por qué dos mesas paralelas para hablar de los mismos temas?

Alternativas al Turismo, hacia la conservación del páramo

En el sentido de construir o avanzar en el desarrollo de alternativas al turismo desbordado, existen propuestas desde el campesinado mismo, como lo es, el ejercicio de constitución de la Zona de Reserva Campesina de Sumapaz, que luego de un duro caminar, está a solo una firma de la aprobación de su Plan de Desarrollo Sostenible por parte de la Agencia Nacional de Tierras. Propuesta que busca fortalecer la preservación de la zona de amortiguamiento del PNN Sumapaz, por medio de implementación de estrategias como la reforestación, cuidado de cuencas y el tránsito hacia a la agroecología, pero al mismo tiempo, garantizar una vida digna del campesino, donde pueda conservar sus cultura, tradiciones y costumbres.

De igual manera, como lo plantean los mismos campesinos, su postura no es aislarse del mundo, al contrario, generar relaciones bajo otras dinámicas más allá del fin de lucro del turismo extractivista y desbordado, con propuestas que dialoguen y aporten a la comunidad y al cuidado del páramo como podría ser con actores como las universidades, investigadores, organizaciones sociales y ambientales.

Para Tener en Cuenta

Las autoridades del Estado, ausentes por mucho tiempo, deberían reconocer las estrategias que el mismo campesinado y sus organizaciones han realizado para conservar el páramo y escuchar estas propuestas, y reconocer que el ser campesino no es contrario a la conservación de ecosistemas estratégicos, y así puedan entender que el ecoturismo no es la única solución, o que por lo menos, esta no aplica a todos los casos.

Segundo, se deben llegar a acuerdos para avanzar en la desmilitarización del Sumapaz, es positivo que las fuerzas militares, se reconozcan hoy como guardianes ambientales del páramo y estén haciendo ejercicios para el cuidado del páramo. Pero, también en una lógica de posconflicto y de reconocer a la naturaleza del conflicto armado, es necesario disminuir su presencia a lo mínimo requerido en el territorio, ya que la gran cantidad de tropas tiene impactos negativos ambientales en el ecosistema de páramo. Un ejemplo pasado es, la producción de residuos y deforestación de frailejones que género la base de Mortiños, entre otros.

las2orillas.co

Sandra Betancourt

 

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