Cuando el turismo apuesta por la calidad ambiental
Si bien últimamente el turismo conlleva una imagen cada vez más fuerte de su impacto negativo en el medio natural, esta vez les comentaré sobre un proyecto de recuperación y conservación del medio marino de la isla balear de #Formentera, la menor de la islas Baleares (exceptuando el islote de Cabrera) y un destino turístico muy demandado en estas últimas décadas.
Recientemente pude conversar con su Consejera de turismo Alejandra Ferrer y Carlos Bernús, director del patronato de turismo del Consell Insular de Formentera, sorprendiéndome por su iniciativa ambiental. No porque una isla quiera preservar su entorno natural, sino porque la iniciativa proviene precisamente del área de turismo y por ser esta isla un destino muy conocido de sol y playa en el Mediterráneo.
Esta pequeña isla de unos 80 km2 en medio del Mar Mediterráneo, ha sido muy demandada principalmente por el turismo italiano, que especialmente en verano, la llenaba y no precisamente de turistas interesados en su entorno natural y cultural, haciendo de este destino casi un circuito de motocicletas alquiladas, entre otras muchas cosas, que la verdad restaban valor a la calidad del destino.
Curiosamente en estos últimos años, la política turística ha dado un giro importante en este territorio y se ha apostado por un turismo sostenible, basado en la calidad del entorno, que por supuesto se traduce en calidad y satisfacción para la demanda turística y sus habitantes. Como me decían ha sido y es una labor del día a día, comenzando con la introducción de bolsas de fécula de patata, versus plástico, coches eléctricos y ahora han desarrollado una campaña clave, como es la recuperación y conservación de las praderas marinas de posidonia.
Como comentábamos en dicho encuentro, la posidonia un planta marina con apariencia de alga, es una especie endémica del Mediterráneo, que siempre fue denostada por su aspecto estético y mas por su textura, confundiendo a los bañistas de su apariencia que lo asociaban a suciedad, por una imagen actual de limpieza, calidad y transparencia de las aguas. De facto la presencia de estas praderas condicionan la limpieza y transparencias de su playas, calas y en general sus 68 km de costa. Estas praderas actúan a modo de arrecifes de coral, protegiendo de la erosión a las playas, amortiguando los golpes de mar, oxigenando y creando nichos para su fauna marina.
La posidonia es un verdadero bioindicador de la salud del ecosistema marino y hay que recordar que no es posible tener un destino turístico de calidad, sino se tiene calidad ambiental y esto parece que Turismo de Formentera lo tiene claro.
Seguramente por eso, han desarrollado una campaña internacional para financiar proyectos que recuperen estas praderas, “#saveposidoniaproject” y organizando un festival para mediados de Octubre de este año.
Una de las grandes amenazas para la conservación de esta especie, precisamente son los turistas que fondean con sus embarcaciones en la costa y playas de la isla, muchos de ellos sin ningún miramiento del daño que causan con sus anclas, todo tipo de basuras que arrojan al mar, polución, etc. empeorando de muchas formas la calidad de la experiencia turística que entiendo buscan, cuando visitan entornos tranquilos como esta isla.
Cuando se habla de turismo sostenible, implica que es imprescindible regular este tipo de turismo para minimizar su impacto, al igual que el resto de visitantes a este destino, para lograr lo que Formentera entiendo que desea, un destino turístico sostenible y competitivo, que protege su entorno natural, del cual dependen económicamente.
No lo duden, el Destino Formentera está demostrando con esta iniciativa, que es el lugar idóneo para aquellos que quieren calidad en su viaje.
Un cordial saludo,
Arturo Crosby
CEO
Forum Natura Internacional
Botón volver arriba