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La trascendencia de los paisajes sonoros para los turistas

El poder del oído humano para crear la experiencia turística

Tendemos a pensar que el Homo sapiens, como animal que destaca por su inteligencia extrema, no está muy bien dotado en cuanto a los sentidos. Casi diría que, en la vida moderna, damos los sentidos por poco menos que secundarios…Al menos, todos los que van más allá de nuestros ojos. Mala idea. Craso error. Nuestra especie se las ha apañado “ahí afuera” durante centenares de miles de años. Nuestro sensorio es más que decente. Nuestro sensorio es, por encima de todo, muy importante para el funcionamiento saludable de las personas.

¿Y si les dijera que, como guías de naturaleza, tienen el poder de ayudar a las personas a reconectar con sus sentidos? Maravilloso don y gran responsabilidad.Ya han saltado a por ello de cabeza, ¿cierto? No esperaba menos… Me van a acompañar en un viaje por todos y cada uno de los sentidos de nuestra especie. A través de él, aprenderemos más sobre esos sentidos y a cómo sacarles el partido que merecen. Van a ser agentes de cambio. A partir de ahora, van a dedicarse a resilvestrar el sensorio de muchos clientes. Eso es lo mismo que decir que les van a dar salud. Y también aprenderán más sobre nuestra especie, claro. “Conócete a ti mismo”, que rezaba a las puertas del Oráculo de Delfos.

 

Pero antes de empezar: ¿es usted de los que creen que todo lo humano es malo y artificial, en oposición a lo natural, que es bueno? Venga conmigo a un lugar maravilloso y escuche esto:  paisaje sonoro

Es una escena muy sencilla. Un grupo de indios Yanomami que se va de pesca comunal con su método tradicional a base de raíces machacadas. Que me aspen si no han sido transportados automáticamente al séptimo cielo. Un simple audio demuestra que la integración entre ambos mundos es posible.

Con esta inspiración dentro, ya es más fácil entrar en materia. Y es que no tenemos un oído malo. Obviamente peor que el de tantos animales con amplios pabellones auriculares, pero no es tan malo. Entonces, ¿por qué vamos por ahí que no nos enteramos de nada? Pues porque el problema mayor es de educación del oído, esto es, de procesamiento del sonido. Y ahí sí pueden hacer algo. Mucho, diría yo. Sin que nuestro cerebro integre adecuadamente los sonidos, estamos amputados.

La extinción de la experiencia y los paisajes sonoros

Las últimas décadas, existe una preocupación entre naturalistas y científicos acerca de la cada vez más pobre interacción entre el Hombre y la Naturaleza. Esta se ha dado en llamar la extinción de la experiencia, y se cree que está empeorando la salud pública tanto como la capacidad de ser sostenibles como sociedad. Cada vez tenemos menos interacción directa y conocemos Natura más de segunda mano, y ese problema es la razón de ser de todas y cada una de las entregas de esta serie.La famosa burbuja cuando se sale al monte que ya me habrán leído tantas veces… Espero que esto lo lea alguien más que los guías de naturaleza.

 

Bien, ya saben lo que es la “extinción de la experiencia” y puedo leer en sus mentes inquisitivas que ya están pensando en lo que es un paisaje sonoro. Pues un paisaje sonoro es, ni más ni menos, que lo que acaban de escuchar anteriormente. Un paisaje sonoro es esto que pueden apreciar aqui.

 

 

Un sonido vale más que mil palabras. O muchos juntos… es lo que tiene el sonido. Es lo que tiene nuestro cerebro maravilloso que integra. Pero cada vez cuenta con menos información que integrar. Las crisis acopladas que padecemos a nivel planetario, como la climática o la de biodiversidad, están segando esta riqueza sonora. En cambio, si nos vamos al ruido de los núcleos urbanos actuales… no es que se extinga precisamente. Puede que sea bueno recordar aquí el poder terapéutico de salir a caminar por un paisaje nevado.

Figura 1. Comparación entre la pobreza o riqueza en vida de un entorno y su correspondiente gráfica sonora. La claridad de esta figura nos deja mudos…

Fuente: Ecologyletters (Znidersik et al.)©WILEY.

https://doi.org/10.1111/ele.14015

 

Cómo ser parte de la solución

Pues no se hable más. Ya tienen importantísimos motivos para trabajar con el sonido para sus clientes. Desde luego, lo más puntero de la Ciencia y las Humanidades (ambas de la mano) considera este asunto de máxima importancia y lo investiga. Ustedes tienen la experiencia y se la pueden regalar a otros. A eso nos dedicamos los Homo sapiens. Y hablando de experiencia, lo sonoro influye de maneras profundas en nosotros, incluso en nuestra vivencia y percepción de lo sagrado. Nuestros antepasados de hace miles de años lo tenían muy en cuenta para elegir sus lugares sagrados en el entorno. Hay equipos de investigación que lo están demostrando científicamente a lo largo de todo el mundo. Ustedes pueden hacer muchas cosas de un solo plumazo: 1) reeducar el oído (cerebro) de sus clientes; 2) concienciarlos de la pérdida de biodiversidad; 3) superponer lo material y lo sagrado en sus cabezas sin necesidad de hacer la menor alusión explícita. Esto último es una carga de profundidad que se llevarán consigo.

Hagan pausas en el camino. Hagan silencios. Llévenles de la mano (sonora) de un sonido a otro. Desarrollen ejercicios con los ojos tapados. Y juegos para los más pequeños.

Y no olviden salir al campo y renaturalizarse…

 

Por Carlos Fernandez, nuestro medico de cabecera que nos ayuda en la renaturalización. La faceta más convencional la cumple como gastroenterólogo y hepatólogo asistencial, siendo también investigador traslacional y clínico en el IDIPHISA

 

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