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Cuando el calor puede causar muerte de turistas, como se debe actuar

Esta información puede salvar vidas

La Medicina tradicional de los pueblos indígenas que pueblan y han poblado la Tierra puede ser sorprendentemente eficaz y válida. Sin embargo, en esta ocasión, vamos a volver a lo que tiene que ofrecernos de bueno la civilización moderna. Y entre las cosas más destacadas en ese conjunto está, sin duda, la Ciencia. Esta vez sacaremos galones: vamos a ponernos más técnicos y menos poéticos. Y es que esta información puede salvar vidas.

En las áreas templadas del hemisferio norte, ahora mismo lo que toca es el verano. Pero lo que vamos a contar aquí es absolutamente válido para cualquier zona cálida del planeta.Y es un tema candente: con el panorama actual de cambio climático, los impactos sobre la salud asociados al calor van a aumentar. No lo digo yo, pobre mortal, sino los investigadores más prestigiosos en Salud Pública.Todo guía de naturaleza debe estar familiarizado con la enfermedad por calor.

Enfermedades por calor: qué debe hacer un guía de naturaleza para prevenirlas

Lo que la población suele recordar es ese famoso “golpe de calor”, que solo de oírlo ya atemoriza (y con razón). Con este término, vulgarmente se denomina cualquiera de los problemas de salud agudos ocasionados por el calor. Sin embargo, es inexacto. Existe un espectro de trastornos por calor (enfermedad por calor), y la gravedad es variable.Dedicaremos este primer capítulo a su prevención,y el próximo, ya en pleno agosto, será todo él para las enfermedades, incluyendo el golpe de calor…

 

Prevenir antes que curar (o lamentar).

 

Se le atribuía a Albert Einstein la frase de que “el hombre inteligente soluciona los problemas y el genio los previene”. Fuera suya o no, el caso es que tenía toda la razón. Con la desnaturalización progresiva de nuestra especie, cada vez más urbana y atribulada, con la aparición de esa interfaz autoimpuesta entre el turista y el medio natural que le rodea, se va perdiendo el sentido común y la lectura de señales que probablemente nos ha acompañado por millones de años como género.

Un golpe de calor puede dejar inservible la capacidad de aclimatación durante meses: puede repetirse la historia 

Se podría decir que el Homo sapiens, en general, está bastante bien adaptado a las condiciones calurosas y a un cierto grado de deshidratación leve. Sin embargo, no podemos dejarnos llevar por esa generalidad, pues también hemos sufrido adaptaciones a otros climas estos miles de añosy, sobre todo, la aclimatación previa de los clientes puede ser muy deficiente.Identifique a sus clientes más vulnerables: ancianos, niños, personas con sobrepeso u obesidad, enfermedades crónicas…¿Cuál es su bagaje previo en entornos naturales? ¿Qué medidas de prevención aportan? ¿Son conscientes de los riesgos y saben cómo afrontarlos? Si la persona ha sufrido algún episodio diagnosticado de golpe de calor en los últimos meses, jamás asuma la responsabilidad de ser su guía al aire libre en un clima caluroso. Un golpe de calor puede dejar inservible la capacidad de aclimatación durante meses: puede repetirse la historia.

 

Hidratación y deshidratación. Humedad y sequedad.

La deshidratación, especialmente cuando va más allá de un 2-3% de pérdida de peso corporal, supone una pérdida de la capacidad de adaptación al calor y empeora la tolerancia subjetiva a la actividad física. Sin embargo, beber en exceso no ha demostrado ninguna ventaja. Al fin y al cabo, los animales hemos vivido durante millones de años guiándonos por el natural mecanismo de la sed… Una excepción parcial la constituyen los ancianos, que pueden tener cierta deficiencia en el mecanismo de la sed, por lo que habrá que estar encima.

Obviamente, el calor ambiental e interno induce la sudación, que puede sumar la poco friolera de 2 litros por hora en algunos ambientes extremos!Esto hay que recuperarlo principalmente bebiendo agua, y en algún momento habrá que comer algo ligero como la fruta para completar sales. Cierto es que los climas secos favorecen la sequedad de las mucosas, pero no todo el mundo es consciente de que los entornos muy húmedos reducen la evaporación del sudor, limitando así sus propiedades refrigerantes. Mucho ojo con los climas de tipo tropical, pues son de los que más deshidratan. Estos riesgos pueden predecirse en función de la temperatura y la humedad,usando los índices de sensación térmica.

Sensación térmica por calor (HeatIndex). Para una misma temperatura, una humedad más alta aumenta la sensación térmica, y con ella, los riesgos. Por ejemplo: con 32-33˚C, una humedad relativa del 100% nos provoca una sensación térmica de… ¡54-60˚C! Como una sauna.

Fuente: Agencia Española de Meteorología (AEMET)

(https://www.aemet.es/es/conocermas/montana/detalles/sensaciontermica)

Las pausas son también muy importantes.Permiten interrumpir la producción de calor derivada del ejercicio físico, ponerse a cubierto e hidratarse. Parece mentira, pero no todo el mundo será capaz de elegir un lugar adecuado bajo condiciones de calor, ejercicio y escasa experiencia: siempre hay que ir un paso por delante. Y a falta de un lugar óptimo, colocar un mero toldo para tapar el sol puede reducir la temperatura varios grados centígrados. Tenga siempre planes alternativos preparados con antelación. Por el contrario, si la actividad implica un componente acuático importante, las pausas pueden reducirse al mínimo.

Por último, una mención a la vestimenta. Los consejos son ya muy clásicos(nada nuevo bajo el sol), pero conviene no olvidarlos. Ante condiciones de alta insolación, por lo general no es buena idea estar con la piel desnuda, salvo que se tenga una piel muy oscura y se esté muy acostumbrado. Se pueden favorecer las quemaduras solares, y estas son lo último que desearemos si las cosas se ponen feas. Eso por no mencionar las rozaduras. Las prendas han de ser ligeras y muy transpirables, bien de materiales sintéticos especialmente diseñados, bien de algodón, que además, puede ejercer cierto efecto amortiguador una vez se ha humectado con el sudor. Como dato extracalórico, estas últimas no producen contaminación por microfibras, como sí lo hacen las primeras.

El próximo mes, entramos de lleno en materia. Serán expertos en calores y podrán prevenir accidentes a sus turistas, viajeros, amistades, etc..

Y no olviden salir al campo y renaturalizarse…

 

Por Carlos Fernandez, nuestro medico de cabecera que nos ayuda en la renaturalización. La faceta más convencional la cumple como gastroenterólogo y hepatólogo asistencial, siendo también investigador traslacional y clínico en el IDIPHISA

 

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