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Al Reino Unido le duele más el parón global que el Brexit

El país recibe más turistas, pero ingresa menos dinero porque bajan los viajes de negocios

La caída de la libra esterlina ha provocado un aumento del turismo en las islas Británicas, pero las cifras no cuadran: aunque llegan más visitantes, el país está ingresando menos dinero que el año anterior porque entran menos viajeros de negocios, menos personas que acuden a ver a amigos o familiares y menos estudiantes. El Brexit, que tanto daño ha hecho en muchos sectores de la economía, no ha afectado al sector, pero el enfriamiento de la economía global, sí.

La llegada de turistas ha superado los ocho millones de personas en el primer trimestre de este año (un 1% más que en los tres primeros meses de 2018), según las cifras recién publicadas por la Oficina Nacional de Estadística británica. Sin embargo, los ingresos generados por esos visitantes se han quedado en 43.000 millones de libras, un 5% menos que entre enero y marzo del año anterior.

Esa reducción tiene dos explicaciones. Una, que aunque hay más visitantes, las estancias son más cortas: el número de pernoctaciones se ha reducido a 47,7 millones de noches en ese trimestre, frente a los 50 millones de un año antes. Y, dos, que el poder adquisitivo medio de los viajeros ha disminuido.

Eso se entiende analizando la composición por grupos de los visitantes. Los turistas propiamente dichos, los que han viajado al Reino Unido por vacaciones, han aumentado un 9% y han alcanzado los 2,7 millones, la cifra más alta jamás registrada en un primer trimestre. Y su gasto ha aumentado un 12%. En ese sentido, el Brexit sí está dando al país el dividendo turístico que habían prometido sus promotores. Sin embargo, las visitas de viajeros de negocios han caído un 1% (se han quedado en 2,1 millones de visitantes), con una contracción del gasto del 11%. El subsector más afectado ha sido el de las visitas de amigos y familiares, que se han reducido un 3%, con una caída del gasto de un 18%. Un cuarto bloque, en el que se incluyen los estudiantes (uno de los colectivos más afectados por el miedo al Brexit), ha caído el 6%, con una disminución de ingresos del 10%.

La plaza fuerte

Por zonas geográficas, Londres sigue siendo una plaza fuerte: ha aumentado un 5% la llegada total de visitantes y también ha crecido un 5% el gasto de esos visitantes, que se han dejado en la capital la cifra récord de 2.700 millones de libras. La cara opuesta es Escocia, que ha sufrido un espectacular colapso al perder un 35% de visitantes y un 42% de ingresos. Malcolm Roughead, consejero delegado de VisitScotland (la oficina de turismo escocesa), intenta restarle importancia al dato: “Dadas las incertidumbres que ha habido sobre el Brexit a lo largo del primer trimestre de este año, no es sorprendente que hayan caído las cifras de visitantes”, indica.

“Las estadísticas del primer trimestre de 2019 se acercan más a los niveles que se dieron en el mismo periodo en 2017 que a los récords de 2018. Eso puede deberse a que las vacaciones de Semana Santa cayeron en el primer trimestre en 2018 y este año han sido en el segundo. Sin embargo, las proyecciones a largo plazo señalan una tendencia general al alza”, añade Roughead.
Joss Croft, consejero delegado de UK Inbound, una asociación que representa a 400 empresas con intereses en la industria, alerta también contra la tentación de sacar conclusiones categóricas a partir del primer trimestre y subraya que los datos “son muy desiguales”. Pero las cifras de la Oficina Nacional de Estadística indican que, en los últimos 12 meses (es decir, entre abril de 2018 y marzo de 2019), el número de visitantes se ha quedado en 37,8 millones, un 3% menos que en el mismo periodo del año anterior y bastante por debajo de los 39,73 millones que visitaron el país entre septiembre de 2016 y agosto de 2017, que constituye el periodo de 12 meses con más visitantes en la historia del país.

En términos de ingresos, las cifras no son mejores: 22.690 millones de libras, un 8% menos que el año anterior y más de 2.000 millones menos que los 24.740 ingresados entre diciembre de 2016 y noviembre de 2017.

La oficina turística nacional, VisitBritain, mantiene el optimismo y en sus previsiones de hace tan solo unos días ha pronosticado que el número total de visitantes en 2019 mejorará en un 3% las entradas de 2018. También vaticina un aumento de los ingresos del 7%, hasta alcanzar los 24.500 millones de libras, igualando los logrados en 2017.

Ocupación hotelera

Los datos de ocupación hotelera en Inglaterra son bastante estables, pero no mejores que en los dos últimos años: 79% en mayo, exactamente igual que en 2018 y 2017. Así que, con los datos en la mano, la consultora Pricewaterhouse Coopers (PwC) es cautamente optimista sobre el futuro inmediato del sector. En su actualización de marzo pasado pronostica un parón en los niveles de ocupación fuera de Londres y un crecimiento del 0,3% en la capital, que alcanzaría una muy apreciable tasa de ocupación del 83,6% (el 83,7% en 2020) y unos ingresos medios por habitación de 150,9 libras en términos nominales, un 1,4% más que en 2018.

PwC, sin embargo, alerta sobre la posibilidad de que Londres tenga problemas para absorber el constante incremento de su capacidad hotelera, que ha crecido en 20.000 nuevas habitaciones en los últimos cinco años y se va a incrementar en otras 10.000 entre 2019 y 2020.

El Brexit es otra incógnita, tanto si se cierra con acuerdo como si no. “Tenemos 400 miembros y los que están especializados en visitas de estudiantes se están viendo muy afectados porque hay mucha preocupación, quizás injustificada, sobre los aspectos prácticos para acceder al Reino Unido”, se lamenta Joss Croft, que subraya que preocupa también la posibilidad de que se limite el acceso de inmigrantes. “Eso es un problema tan grande como el número de visitantes que lleguen”, asegura.

“Para mí, el mensaje clave es que hay mucha incertidumbre en torno al Brexit y necesitamos cuanta menos incertidumbre, mejor”, advierte Croft. Pero lanza también un mensaje de optimismo: “Es un gran momento para que la gente venga al Reino Unido, que sigue siendo un destino muy atractivo para los viajeros internacionales. Somos modernos, tolerantes, abiertos y, por supuesto, tenemos un gran patrimonio cultural y sabemos que los españoles buscan cultura. Y eso no ha cambiado”.

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