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Fondos europeos, proyectitos y otra oportunidad perdida

Les pasamos este interesante articulo de Esther Mascaro, jefa de redaccion de Hosteltur

 

Ya han empezado las Comunidades Autónomas su carrera por presentar proyectos a Madrid. Ya han empezado las distintas administraciones, los distintos territorios, su carrera por “colar” ese proyectito que lleva años en los presupuestos y previsiones pero que nunca llegó a realizarse, quizá porque el dinero que le iba destinado fue derivado al gasto corriente, como ha ocurrido en Baleares con el dinero de la ecotasa y algunos de los proyectos que debía convertir en realidad.

Sea como sea, en un despacho del Gobierno se valorarán los miles de proyectos y proyectitos que a toda prisa habrán llegado de los cajones más polvorientos de cada territorio. Porque en España lo de acumular proyectos irrealizados se nos da bien, pero en cambio no se nos da bien lo de pensar, reflexionar y trabajar a fondo en algo grande, y hacerlo juntos. Así pues, un dinero que llega desde Europa para modernizar el país, y que en el ámbito del turismo podría reconvertir destinos y lanzar la oferta turística al futuro, será utilizado para poner farolas, embaldosar paseos y construir depuradoras o tranvías, en el mejor de los casos.

Incapaces de aprovechar el dinero

Porque encima existe el riesgo de que gran parte de ese dinero no se aproveche, por falta de tiempo y de gente capacitada en la administración para crear grandes proyectos o valorar los que presente la iniciativa privada. Decía el otro día Enrique Feás en Vozpopuli que España aprovecha tan sólo el 35% del dinero europeo al que podría acceder, simplemente por incapacidad. Y esta semana publicaba eldiario.es que España sólo ha gastado el 26% de los fondos estructurales que le corresponden para el período 2014-2020. Está claro que como país tenemos un problema grave.

Un ejemplo de ese problema es este: el Govern balear deberá devolver 18,3 millones de euros de una subvención cobrada a través de Turespaña porque no los invirtió de forma adecuada. La Audiencia Nacional le ha condenado a devolverlos (14 millones más 4,3 de intereses de demora) porque los fue recibiendo a lo largo de 11 años para financiar la mejora y modernización de la Playa de Palma, y sin embargo ese dinero no fue invertido en lo que se debía, que era el “fomento y desarrollo turístico, mediante la realización de las actuaciones y de las obras orientadas a la reestructuración, modernización y diversificación del sector turístico”, tal y como recoge el Diario de Mallorca.

La inversión de 14 millones en la Playa de Palma no ha podido ser justificada por el Govern balear, que según sentencia de la Audiencia Nacional deberá devolver ese dinero, más intereses.

¿Qué hay de lo mío?

De momento ya están las Comunidades Autónomas pidiendo dinero: Andalucía 23.000 millones, Cataluña 31.765 millones, la Comunidad Valenciana 21.134, Euskadi 11.000 millones… y ya ha empezado la lluvia de proyectos que milagrosamente están empaquetados y listos para ser enviados a Madrid y luego a Bruselas: Baleares tiene 300, Castilla-La Mancha 150, la Comunidad Valenciana 410…

¿De verdad alguien se cree que son proyectos pensados, diseñados, consensuados para aprovechar los fondos europeos? Son esos cientos de proyectitos, algunas veces meras ocurrencias, que no han encontrado hueco en los dineros públicos a pesar de todos los compromisos adquiridos en presupuestos y previsiones anuales.

Dice eldiario.es en el artículo referido: “Pese a todo, muchas regiones han desempolvado y definido potenciales proyectos a contrarreloj. Quieren tener los deberes hechos para cuando el dinero empiece a llover, aunque podría demorarse hasta mediados de 2021. “Hemos pasado todo el verano madurando los proyectos. Sabíamos que, por plazos, sería necesario correr”, explican en el Govern balear. “Ahora los articulamos entre administraciones. Así, cuando sepamos exactamente qué es elegible y en qué condiciones según el Gobierno de España, podremos presentar proyectos listos para ejecutar”. Los gobiernos centrales tienen hasta el 30 de abril para presentar su plan”.

¿Cuántos de los proyectos que presentará Baleares serán realmente nuevos, ambiciosos y pensados para convertir Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera en los destinos que han de liderar el turismo tras la Covid-19? ¿Cuántos serán viejos proyectos del dinero de la ecotasa que fueron arrinconados por el gasto corriente?

De hecho, este mismo martes la presidenta Francina Armengol habló de esos planes en el Parlament, y efectivamente, ahí está el tranvía, por poner un ejemplo: Los planes de Baleares con los fondos europeos para el sector.

Políticas tractoras

Contábamos en ¿Cuánto dinero irá al turismo de los primeros 72.000 millones de la UE? que existen 10 políticas tractoras que guiarán el Plan de Recuperación. Son estas:

– Agenda urbana y rural (16% de los recursos)

– Infraestructuras (12%)

– Transición energética (9%)

– Modernización de la administración pública (5%)

– Digitalización empresarial (17%)

– Refuerzo del Sistema Nacional de salud (17%)

– Educación y formación continua (18%)

– Atención a personas (6%)

– Cultura y deporte (1,1%)

– Modernización del sistema fiscal hacia su progresividad y la redistribución (sin dotación)

Los ejes transversales del Plan de Recuperación son las transformaciones energética y digital, ya que copan un 70% de las inversiones totales -un 37% y un 33%, respectivamente-. A ellas se suman la igualdad de género y la cohesión social y territorial.

Así pues, cuando los primeros 27.500 millones procedentes de la UE lleguen a España, ¿qué destino turístico dispondrá realmente de un plan de reconversión? ¿Cómo los distintos gobiernos utilizarán ese dinero no para poner parches sino para modernizar los destinos turísticos españoles y lanzarlos al siglo XXI? ¿Cuánto de ese dinero llegará realmente a las pymes, que son las que más lo necesitan?

Como la letra lo aguanta todo, ¿qué proyectos realmente transformadores van a presentar las Comunidades Autónomas? Porque por supuesto que las nuevas farolas del paseo pueden intentar colarse como un proyecto de transformación energética, o un tranvía, pero… ¿es para eso realmente que ese dinero debería servir? ¿Nos vamos a conformar con tan poca cosa? ¿Vamos a perder una nueva oportunidad de modernizar, reconvertir, transformar, liderar?

Pues eso parece.

Fuente Hosteltur

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